lunes, 26 de abril de 2010

silencio


Un silencio inesperado me despierta cierta inquietud,
hay diversas percepciones cuando la palabra se viste de ausencia:
indiferencia, rechazo, amnesia, negación, muro, frialdad
decepción, miedo, distancia o sencillamente olvido...
y no se cual es la que más entristece.
En el desasosiego de la incertidumbre...
recuerdo que en una noche triste de verano,
una palabra suya bastó para sanarme.




sábado, 24 de abril de 2010

vivir el presente





Como todo lo efímero vivo el presente
según la intensidad de lo placentero
Camino, observo y vivo.
Soy primavera y me impregno de luz,
soy lagartija que busca el sol y reclamo su calidez
soy amapola libre y frágil, a merced del viento
vivo y muero para volver a nacer,
A veces soy ola... que viene y va,
a veces acogedora como la arena
Busco y según encuentro, vivo el momento...
Entre la espera y el olvido me mantengo y suspiro.


























viernes, 23 de abril de 2010




Pienso, digo y siento que el verdadero amor no está en poseer, retener o tener, si no en el sentir en la desmesura de lo posible, proporcionalmente a ser sentida en la misma desmesura. El hechizo y magia de la vida está en el despertar de los sentidos, cuando fluyen las emociones y el alma cavalga a sus anchas a través del corazón. Y es en este despertar que la sensibilidad asoma por la piel, la mirada, el tacto, el gusto y en el susurro de aquello que deseamos oír y al mismo tiempo intuir lo que la otra parte desea escuchar. El contacto enternece, la mirada reconoce, la comunicación ayuda y el saber escuchar es una muestra de respeto. El amor es algo tan sencillo como poder dar aquello que una le encantaría recibir.

martes, 20 de abril de 2010

encantadora de serpientes

Encantadora de serpientes, que anduviste desde el sur
vestida de color y perfumada de ámbar.
En los ojos trajiste la luz y la seducción,
en la sonrisa la primavera y aplomo
en las manos la destreza, y en las palabras
la elegancia del saber decir y estar.
En el porte, magnetismo y seguridad.
La noche pactó con el tiempo, lentitud.
Desnudas de cuerpo, mente y alma
iniciamos el descubrimiento del equipaje.
Encontramos el fluir de la palabra,
las sonrisas asomaron, y las manos se enternecieron.
Bebimos y nos saciamos de deliciosos manjares y sabores.
Los sentidos y el deseo se desperezaron de un largo sueño.
La pasión no quiso perderse la fiesta y se interpuso
tomando todo el protagonismo, después de largo tiempo
de ausencia...danzamos al son de nuestra música, silenciosa
la partitura estaba escrita en nuestra piel, y curiosamente
la sintonía dual, sin ensayos previos quedó en una pieza
perfecta, que erizó la piel de ambas, únicas espectadoras
y protagonistas del evento
exhaustas de tanta emoción y placer
nos bebimos la noche y brindamos por su complicidad.