martes, 15 de febrero de 2011

El corazón de Laura


El corazón de Laura, por fin ha sanado

el Hospital Clínico, estaba bien preparado

para la intervención de nuestra amiga

igual que para " Su majestad"rey del estado

Como los amigos no podíamos verla

nombró una representante, que con

e-mails nos fue informando...

Los que la queremos hemos sufrido

y estábamos preocupados

porque su corazón de buena amiga

continuara latiendo con la fuerza precisa

para seguirnos amando...

Laura, necesitamos tus latidos, creatividad,

tu buen gusto y sensibilidad que forman tu esencia.

tan pronto te recuperes,

celebraremos con felicidad, cava y abrazos

tu renacido corazón que ahora late con fuerza

repleto de amor.





lunes, 14 de febrero de 2011

Fractura en una pierna




Formas parte de mi equilibrio


te quebraste tres veces


dos en la juventud y una en la madurez


en ambas ocasiones pediste quietud,


paciencia y espera...


Atrás quedan movimiento y actividad.


Ya entrada la primavera te empezarás a mover


despacito, sin prisas será como un renacer
a paso lento andarás, la gravedad su fuerza te mostrará


no habrá pulsos ni impulsos, solo el ritmo de la sensatez.










domingo, 13 de febrero de 2011

A gritos pedía silencio


A gritos pedía silencio, solo su voz desentonaba ante el sufrimiento y la angustia en una de las salas de urgencias del gran hospital, donde las camas estaban separadas con cortinas de tela. Las personas ingresadas intentaban distraerse con la visita de algún familiar para evadirse del miedo, el dolor o perspectivas inesperadas de incertidumbre, tanto de lo propio como lo ajeno. Ante el grito estridente de la que creía ser una buena profesional, sin serlo, una de las pacientes le cuestionó humanidad y comprensión...esto la alteró tanto que no quiso ni escuchar y a gritos otra vez se rebeló falseando una actitud cariñosa hacia una viejecita sola , triste y desorientada que se encontraba al lado de la paciente que había intervenido, se rumoreaba que era madre de un Doctor . La enfermera, inhumana, fustrada y autoritaria seguía con su actitud persistente y fría de amonestación... el tiempo (siempre el gran aliado) propició un cambio de turno y de pronto todo se tranquilizó y una voz dulce y tierna de reconocimiento, profesionalidad y saber hacer, dio paso a una visión más positiva ante lo imprevisto, que presagiaba una noche más tranquila dentro del nerviosismo y angustia justificados, de los que estaban allí sin querer estar.