jueves, 21 de abril de 2011







Aunque es en la copa más alta del árbol


donde desearía llegar y rozar el cielo


consciente de mis limitaciones


abrazo el tronco y me apoyo en sus


raíces, tan profundas como mis deseos


y mis sueños bellos durmientes .


Mi corazón siente lo mismo que la corteza


endurecida, regia y protegida.


Al igual que en las ramas reposan aves


de vuelos fugaces, de paso hacía otros lugares.


Mis brazos acogen vacíos de nadie


hace tiempo que amores migratorios


pasan de largo ahuyentados de tantas soledades


cercanas, distantes o compartidas, tanto da...



























2 comentarios:

Soledad dijo...

no se si triste o esperanzada, lo que es seguro es que compartida

pepitona dijo...

Siempre hay un rendija abierta paa quien quiera entrar, leer y empatizar.