Entre sueños hemos vuelto
a los primeros besos
y hemos coincidido
que fueron los mejores.
Tu mirada azul sonreía
tanto como tus perfilados
labios apasionados,
te veía a través
del retrovisor y
el deseo se expandía
como el aire tibio
que entraba por
la ventana del coche.
la carretera nos llevaba
a nuestra playa
donde las piedras
blancas y las posidonias
nos ofrecían la mar y la sal
como ofrenda de un amor
tan lleno de ternura
como de deseo y pasión
2 comentarios:
¡Que bonito!
Gracias Soledad, un abrazo
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