Hay una luz intensa
y un reflejo que deslumbra
el sol reluce, el viento escampa
y el mar es un espejo inmenso.
A paso ligero hay dos que conversan
no es casualidad que hoy coincidan
de vez en cuando quedan
rompiendo rutinas asiduas de soledades.
Hay un tropiezo fortuito que irrumpe
inesperadamente, el bienestar se tambalea
por un instante, solo una reflexión apacigua.
Un pequeño detalle, o falta de sensibilidad
sin más importancia que una torpeza imprevista,
empequeñece la alegría de un corazón abierto
se encoge pero controla y no se angustia.
hace tiempo que aprendió a evadirse de lo ajeno.
Sonríe y piensa que la felicidad la constituyen
circunstancias y hechos y que por un instante
pueden cambiar como el viento a los veleros
o el oleaje y las corrientes...la contradicción
existe allende mares, horizontes y sensibilidades.
¿Quien puede cuestionar lo incuestionable?
ante la sencillez de lo más humano.
y un reflejo que deslumbra
el sol reluce, el viento escampa
y el mar es un espejo inmenso.
A paso ligero hay dos que conversan
no es casualidad que hoy coincidan
de vez en cuando quedan
rompiendo rutinas asiduas de soledades.
Hay un tropiezo fortuito que irrumpe
inesperadamente, el bienestar se tambalea
por un instante, solo una reflexión apacigua.
Un pequeño detalle, o falta de sensibilidad
sin más importancia que una torpeza imprevista,
empequeñece la alegría de un corazón abierto
se encoge pero controla y no se angustia.
hace tiempo que aprendió a evadirse de lo ajeno.
Sonríe y piensa que la felicidad la constituyen
circunstancias y hechos y que por un instante
pueden cambiar como el viento a los veleros
o el oleaje y las corrientes...la contradicción
existe allende mares, horizontes y sensibilidades.
¿Quien puede cuestionar lo incuestionable?
ante la sencillez de lo más humano.