miércoles, 29 de febrero de 2012

visita inesperada





En una noche clara de luna creciente entró la primavera de manera sigilosa e imprevista por la ventana, llevaba una cesta repleta de sonrisas, ternura, caricias , besos y deseo.
En el lecho de la sala esparció con una destreza habilidosa su contenido. Hablaron desveladas por el hechizo durante la noche. Una suave fragancia acompañada de pasión embriagó todo el espacio. Cuando partió al amanecer se llevó tristezas, frustraciones, desazones y miedos. Se acercó tiernamente a su oído y antes de su marcha le susurró ..." a veces la vida es todo un regalo ¡ Disfrútala!

lunes, 27 de febrero de 2012

Deseo



Me vestiré de deseo
y me columpiaré
en un rizo de tu pelo
resbalaré por tu cuello
y me esconderé entre
los pliegues de tus orejas
sentirás cosquillas.
Besaré tu cuerpo
tanto como pueda
beberé de tus labios
sonrientes.
Amanecerás con placer
sintiendo escalofríos
y erizada la piel
saldrás a la calle
escucharás el canto
de mirlos enamorados
pensarás en mi
y me enviarás un mensaje
repleto de gozo y deseo.

Desig



Em vestiré de desig
i en gronxaré en un rinxol
dels teus cabells.
lliscaré pel teu coll
m’ amagaré pels replecs
de les orelles i et faré pessigolletes
et besaré tot el cos tant com pugui
beure del teus llavis riallers.
Matinaràs amb plaer
sentint tot d’ esgarrifances
i esborronada la pell
sortiràs al carrer
escoltaràs el cant
de merles enamorades
i pensaràs amb mi.
M’ enviaràs un missatge
ple de goig i de desig.





sábado, 25 de febrero de 2012

reflexiones



Cada vez que le venía la imagen de aquella sonrisa, preciosísima, en contraposición la invadía una gran tristeza, un llanto contenido de impotencia, que solo se manifestaba en un velo de borrosidad de una mirada triste de añoranza y melancolía de lo que no alcanzaría a encontrar ni sentir, quizás nunca . ¿Por qué esta inconformidad y tanta contradicción?. Siempre lo mismo en distintas circunstancias: insatisfacción, arrepentimiento, miedo para llegar siempre a lo mismo, nada, vacío o desolación. Había perdido el norte en busca de la ternura olvidada, en ciertos momentos la había encontrado, pero la compensación nunca llego en su forma justa, no sabía si era por ella en su más profunda esencia, si intervenían los genes, por destino o por otras razones tan intrínsecas imposibles de alcanzar a saber. Siempre la inquietud, la reflexión, la incertidumbre y la tan reconocida inmadurez emocional que tantas veces la había traicionado y seguiría traicionándola. Ahora sabía que se le repetiría a menudo la imagen de aquella sonrisa que la indujo a un despertar de un deseo adormecido. Se decía a sí misma, que se había dejado llevar por conjeturas, apreciaciones e intuición, en definitiva lo que le interesaba ver y no la más cruda certeza de lo que realmente fue, un pasatiempo de encuentros esporádicos sin implicación emocional, muy válido para cualquier otra perspectiva , pero no para ella. La veía como un ser que ante la desinhibición tenía el privilegio de dejarse llevar complaciéndose del mismo placer realimentándolo, no había límites ni nada ajeno que la perturbaran ni reprimieran, todo lo contrario de ella misma. Claro que no fue solo la bella sonrisa que la hechizó, también se prendó del aplomo en como justificaba sus deseos y aventuras y en como las vivía, también, reconocía que intervino la piel, el tacto y la gran destreza y dominio en conseguir y dar placer que manifestaba a viva voz, sin ningún signo de represión . Ni por asomo pensaba en las horas intempestivas y en el descanso de los vecinos donde las paredes eran ajenas a los gemidos de placer explícito y lo revivía con un optimismo que le había otorgado la naturaleza madre, siempre con la sonrisa ancha y hechicera que podía magnetizar a cualquiera, eso creía y con un gesto sin palabras que decía por si mismo ...-" A mi me da lo mismo, goza, vive y olvida lo externo de ti, disfruta del momento y del sentir, no pienses en nada solo siente"-. Quizás también porque poseía la inteligencia de separar responsabilidades y raciocinio, del puro impulso salvaje para obtener lo que deseaba centrándose en la pura vivencia, nada más , un placer con la intención de compartirlo, esto quedaba claro, y en esto mucho a su pesar la envidiaba. La embargaba una duda que no podría averiguar ,si no hubo un intento oculto detrás de este encuentro fortuito de un tercero inesperado. En un principio, le quitó importancia bromeando y riendo a carcajadas el hecho casual de este extraño encuentro imprevisto según parecía. No dejaba de ser una situación que después de vivida reconocía apenadamente que había actuado en contra de sus principios y su ética personal. Un aprendizaje más para llegar a este vacío que era evidente que desconocía la manera adecuada y posible de llenar, tropezando mil veces por torpeza e incapacidad o por desfortuna. Otra vez había errado y caído en su propia trampa, que sabía de antemano que la compensación del contacto y de la vivencia misma no la llevaban a ninguna parte sinó a la soledad y a la decepción repetitiva de infelicidad y fustración.





lunes, 20 de febrero de 2012

Contrariedad y comunicación

En el trabajo tuvo la sorpresa imprevista que alguna que otra vez ya le había sucedido y que tanto la irritaba, como todas las faltas de delicadeza o de respeto hacía cualquier persona. La ofensa era tanto si iba con ella o con otros, tanto le daba. El hecho de verlos a todos sonrientes con la sensación aparente de culpabilizar a alguien por un error humano sin trascendencia, parecía que, con las sonrisas irónicas ellos nunca errasen jamás de los jamases y se alegraban por ser meros espectadores sonrientes de pertenecer al grupo privilegiado de los perfectos, al menos esto era la mala impresión que causaban. No es que le gustara ni satisfacía el hecho de tener algún despiste esporádico, pero lo asumía y sabía que habría otros y que tendría que aprender a protegerse y a no irritarse, la respuesta siempre sería la misma y por lo tanto no había otra que no inmutarse ante la reacción de unos seres que padecían de ignorancia emocional, sin tener la más remota idea de su existencia ni conocimiento de la misma. Le quedaba la bonita experiencia del paseo marítimo con la compañía de una presencia nueva muy agradable. Esta vez el tiempo no le dio una tregua deseada, pasó tan rápido que apenas pudo tomar consciencia de un nuevo despertar. Sola en la estación hubiera dado lo imposible para que empezara de nuevo y así infinitas veces, revivir la conversación, la cercanía, el contacto y aquella sonrisa que fluía al igual que las palabras como una caricia en la piel o un beso tierno en unos labios ávidos por besar. Otra vez estaba a merced de las circunstancias e imprevistos y a la espera de una nueva oportunidad favorable . Tenía claro que esperaría sin desesperar. El azar y el contratiempo eran condiciones de vida con las que había que contar, a pesar de los pesares, ya que no poseía una barita mágica para contagiar un sentimiento compartido y doblemente deseado, desde hacia algún tiempo donde las emociones dormían en un lecho de vacío.