En una noche calurosa de verano una rana perdida se coló por la ventana de una habitación. Hacía mucho tiempo que esperaba ser buscada para romper un hechizo, pero no había forma ni fortuna que la persona indicada diera con ella. Habló con el destino, tenía este privilegio y oportunidad pero el destino que no podía darle todas las pistas solo la orientó lo justo y necesario para poder sorprender . Debería partir por la zona norte de la ciudad y en un patio rodeado de pisos buscar un balcón repleto de plantas verdes, donde había un helecho exuberante, una esparaguera sin espárragos, captus sin flores y otras plantas sin nombre recogidas de la calle. Encontró el balcón y con un grifo que goteaba se remojó a cuentagotas y comió unas hojas de hierba buena...entró en la cama se acercó a la silueta y la besó suavemente en los labios...Y el hechizo se rompió convirtiéndose en una bella mujer de cabellos azabache con rizos acaracolados, cual si fuera una sirena venida de la mar. Y un sueño deseado desde un tiempo inmemorable se hizo realidad, por ambas partes...y colorín colorado una bella historia se ha terminado, lo que sucedió a partir de aquel momento fue un gran amor suculento, emocionante e intenso.
Moraleja: Quien cree en los sueños, deseos e ilusiones nuevas el destino y la vida favorece su realización, sin duda alguna.