sábado, 24 de diciembre de 2016

Encuentros y desencuentros





Primero surgió la novedad que hizo renacer el estímulo y una gran curiosidad por descubrir. La palabra junto a la música despertaron al interés que estaba muy vago y tirado en un diván de aburrimiento. Desperezó a la ilusión e invitó al hechizo y al sueño. Hubo una gran fiesta y el placer se inflitró entre la ilusión y el sueño brotando chispas de pasión y fuentes de energía renacieron. La realidad apareció sin esperarla y aunque nadie la había llamado puso orden, la palabra se fue retrayendo. La coherencia y la constancia querían participar, pero la orientación andaba despistada y las tres se perdieron por el camino. El estímulo bajó de sopetón y arrastró al interés que como una burbuja de jabón se desintegró...y vino el silencio e impuso una pausa. La Indiferencia que andaba escondida vigilando, encontró la ocasión para salir disimulando. El amor propio se hizo ver y volvió a coger las riendas y ahí andaba haciendo pulsos con la duda, seguida de la incertidumbre que también pensaba en participar, la soledad que andaba muy entrenada pudo con todas y ganó por una ventaja evidente.