sábado, 21 de enero de 2023


Hay días que el alma asoma en el primer abrir de ojos al despertar. Tu no lo sabes , disimula muy bien, de pronto ves la vida de otro color. Amaneces con una nueva energía, renovada ,la respiración fluye lentamente lo mismo que los latidos del corazón. Atrás quedan angustias, preocupaciones y congojas. Hoy lo que tenía que ser una clase de Chi kung terapéutico, ha sido una clase de psicología, especial para las personas que han, hemos padecido cáncer. Ocuparse de una misma en vez de preocuparse, huir de las emociones negativas : celos, envidias, ira, rencor. Acercarse a las que son positivas : amor, amistad, sororidad, solidaridad, empatía, Aunque es algo que ya es sobre sabido, el que te lo recuerden te hace reflexionar. Mi hermano que es muy sabio y siempre de él aprendo, me dice que todo tiene solución en esta vida, menos la muerte, gracias Albert, por ser tan especial , peculiar, singular y diferente, Hoy he sentido la vida, paseando cerca del mar, respirando las pequeñas gotas de salitre al romper las olas con las rocas, levantando una nube de espuma. En medio del camino, inesperadamente me he encontrado con una liebre, parecía que miraba la mar, las dos nos hemos sorprendido y asustado , ella se ha escondido, rauda y veloz y yo no he podido tomar la fotografía que hubiera deseado. En la retina se ha quedado impregnada la ilusión y la reflexión de porqué el universo nos ha puesto en aquel justo instante en el punto de mira de ambas. Me ha venido la palabra correr, (como correr, correr, no puedo), he buscado otra definición..." Correr un tupido velo" respecto a lo acontecido, la provocación de un nudo enredado en la garganta de días y noches atrás. Y también hoy, una llamada inesperada de mi querida amiga madrileña, Pato, siempre con sus halagos y muchísima complicidad emocional. Gracias, Pato, me has hecho feliz, tienes el don de las palabras bonitas que al escucharlas te alegran el día.
Ya en mi barrio, he comido un riquísimo bocata en el Bar " Quimet "y después un gran paseo por el parque, mi pequeño paraíso de libertad, hablar con la buena gente, acariciar perrit@s cariños@s, una mariposa amarilla, una abeja que me rondaba, y una moneda de un céntimo muy brillante casi con luz propia, y mi número de la suerte que siempre me acompaña, el 74. Una buena música de Miles Davis y un libro que promete, " Anatomía del espíritu" de Caroline MYSS. Símbolos, que todos juntos no son más que mensajes por descifrar. La positividad abre mentes, corazones y así aflora el alma que susurra :..."Despierta, vive la vida y sé feliz, eres valiente, positiva y la gente que te quiere de verdad te lo hace saber. Los tropiezos son pequeños obstáculos para salvarlos y seguir adelante"... Como dice el poeta, Antonio Machado..." Y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Pepa, 2019

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