sábado, 30 de enero de 2010

noche de luna llena


En la ventana de mi habitáculo siempre dejo una rendija abierta

para que entre la luz del amanecer del nuevo día que asoma.

En la oscuridad, la luna noctámbula, me hace compañía...

y susurra al viento que arrastre a una corriente de ternura

para velar el sueño y acunar un corazón adormecido en

un estado de embriaguez y añoranza... siento su presencia,

me abrazo con dulzura, la noche me acompaña y la luna nos

mira y nos perjura que no nos abandonará hasta el amanecer.




1 comentario:

Movingtrips dijo...

Muy interesante, cuando vivía en el campo hacía lo mismo, sentía estas cosas. Me gusta