viernes, 22 de abril de 2011




Quizás fue por la larga espera,
las tardes de lluvia solitarias
los encuentros postergados
el acercamiento distante
por los labios huidizos
las promesas no cumplidas
las miradas desviadas o
las palabras silenciadas.
Un buen día todas las sonrisas
brillaban y enternecían.
Desperté con una visión clara
y dejé de soñar despierta.
Hoy soy una mujer nueva
abierta a la vida y a la primavera
que renace de nuevo sin fronteras,
límites ni barreras.
Brindo por la vida mirando
a los ojos todo lo bello que me rodea.
Me acerco a las personas sinceras,
que se manifiestan sin tapujos, ni rarezas,
de naturaleza alegre, sentimientos nobles
y mirada transparente,
de corazón tierno y brazos abiertos,
que la vida es un paseo para disfrutarlo
y compartir sentimientos y emociones
que el corazón no solo late si no que
se alimenta de amores y pasiones
de ternura y buenas sensaciones.

2 comentarios:

Soledad dijo...

Me encanta, Pepa.

pepitona dijo...

Bienvenida de nuevo y me encanta que te encante