jueves, 28 de julio de 2011

ENCUENTRO DE AMIGAS

Dos amigas paseaban tranquilamente por una de las avenidas céntricas de la gran ciudad, en el crepúsculo de la tarde de un verano tranquilo y poco caluroso. Vivían en el tramo en que la vida te da la reflexión de lo que te rodea, lo que acontece y en el saber saborear minuto a minuto todas las vivencias, también en el saber seleccionar con mucha atención lo positivo y dejar atrás y evitar lo molesto, incluyendo también a las personas. Venían de visitar a otra amiga que años atrás tuvo la desafortunada aparición de un accidente vascular cerebral que gracias a su esfuerzo, empeño y a los cuidados de su fiel amiga y compañera se había recuperado bien y hoy feliz por la visita anunciada, las estaba esperando en su ático, con un delicioso té de canela que había preparado con ilusión y esmero ella misma. Las tres en la terraza se habían deleitado con la infusión . Hablaron de como estaba el mundo en un proceso de cambio y transformación tanto de los sistemas, las personas, los valores y de la tierra como a su manera protestaba...terremotos, tsunamis, diluvios, sequías y la gran crisis y movimientos de masas esperando una revolución pacífica de cambio radical. Las tres coincidieron que ya se vería y que las próximas generaciones deberían estar preparadas para afrontar el futuro incierto.
En el paseo por la avenida de vuelta a casa, encontraron a un hombre venido del sur quizás en patera, por el color de su piel y porqué pedía ayuda con una sonrisa blanca en contraste con la tonalidad oscura de su rostro . Las dos dejaron unas monedas que fueron agradecidas con una ancha sonrisa sureña.
Una de la amigas llevaba un toque muy original conjuntada de lila, el pelo, la blusa, las gafas e incluso las albarcas, una toque juvenil, que llamaba la atención por su originalidad bien llevada. La otra llevaba un vestido blanco ibicenco que resaltaba con el moreno de la playa, también llevaba un bastón curiosamente lila con unos pendientes del mismo color. Entraron en una tienda de productos naturales a comprar " tea for women" que se lo había aconsejado una mujer sabia con dotes de sanación y psicología en un reencuentro fortuito de aquellos que te trae la vida sin saber el porqué. Dos mujeres jóvenes y llenas de simpatía las atendieron con palabras amables y unas sonrisas muy gratificantes. Al salir siguieron por una calle del ensanche de la ciudad. Seguían hablando de los planes del verano poniendo un poco de intriga en el devenir con la intuición de que algo nuevo podría suceder. La mujer del vestido blanco vio en la otra cera de la calle en el suelo y al lado de un contenedor una planta abandonada dentro de una bolsa blanca de plástico, tenía unas hojas anchas de vivos colores, esto quería decir...." Estoy viva acogerme por favor". Para no cortar la conversación y como estaban cerca del metro, pensó para ella misma que volvería después a recogerla. La mujer de lila se fijó en unas palabras de publicidad que le llamaron la atención..." la vida te da sorpresas...", y sonriendo dijo, me quedo con ello..." La vida o el destino te manda mensajes, ¿ no lo has pensado tú nunca? (dijo) yo le mencioné que de otra manera sí y estaba relacionado con el recuerdo de mi madre fallecida desde hacía once años, pero la verdad que últimamente hacia tiempo que no pensaba en ello. Se despidieron en el metro con dos besos sinceros, deseándose un buen mes de agosto y con un hasta pronto con planes de reencuentros de sociabilidad para el otoño. La mujer del vestido blanco y el bastón lila retrocedió para buscar la planta abandonada, pero cuando llegó ya no estaba y se alegró de que alguien como ella pensara en la tristeza de un abandono estival de un ser vivo. Llegó a la estación del metro, bajó las escaleras mecánicas y caminó hacia los vagones centrales pensando en encontrar asientos vacíos y pasó algo muy sorprendente que le llamó atención , justo en frente de donde se había sentado otra mujer de su misma edad y atuendos parecidos en estilo, llevaba la planta que momentos atrás había visto abandonada y que estaba exuberante, sintió una alegría enorme, y pensó en la conversación de su amiga y en los mensajes que te trae la vida si pones atención, estaba alucinada y se sentía feliz por el acontecimiento y por el despertar de la intuición que la había inducido su amiga y que las dos habían compartido una bonita tarde junto a la otra amiga que habían visitado y tomado un té muy apetecible, compartiendo sonrisas, bien estar y con la convicción de perspectivas de cambios según las predicciones antiguas mayas o de Nostradamus y pensamientos positivos colectivos, conscientes de la influencia que supone tenerlos a nivel general. Otro hecho transcendental ocurrió a la salida del metro en dirección a casa, le vino a la mente una canción " La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ¡ay!.." y cuando cogió la calle que la llevaba cerca de casa de pronto se encendieron todas las luces al unísono...pensó en lo que habían hablado y que era un buen presagio y se dijo también a si misma..." tu eres luz, el camino es luz, después de la oscuridad siempre amanece".
Con una sonrisa interior entró en su confortable casa donde su felina Mis, como siempre la esperaba detrás de la puerta, transmitía paz, sintonía y agradecimiento por el intercambio de alimento y compañía, como siempre cogió la ración de pienso y salió a la calle a buscar a su otra gatita de la calle que alimentaba y enseguida unos maullidos que traducidos más o menos parecían decir así con impaciencia :" Ya estoy aquí te esperaba porque ya es la hora de la cena, hoy has venido un poco tarde...".

2 comentarios:

nube gris dijo...

Como he disfrutado con éste relato. He sido una de las participes de ésta tarde que como otras muchas más, no le das un significado más allá de estar cómoda con las personas que compartes aquellos momentos y valorar la importancia que tiene el poder expresar tus pensamientos, teniendo la seguridad que no serás juzgada por lo que dices.

Por eso me ha encantado leer el relato de Pepa y ver como desgrana todo lo que transcurrió en un espacio corto de una tarde de verano en la que alagábamos la temperatura tan estupenda que teníamos de éste mes de julio y, en ese escrito comprobar la capacidad que tiene la del vestido ibicenco para describir con sensibilidad y con un cierto aire de escritora lo que fue aconteciendo. Después de leerlo me ha hecho pensar la importancia que algunas veces tiene lo que decimos cuando alguien realmente quiere escuchar…

pepitona dijo...

Muchísimas gracias por estas palabras y reflexiones, por la mirada y por el reconocimiento que hacen que las palabras compartidas tengan un sentido para seguir.