Algunas veces le preguntaban por alguien que no tenía ningún interés en saber ni recordar, y les decía..." si alguna vez se acercan a la mar, no le pregunten, por favor, por los depredadores humanos que vacían sus aguas para alimentarse o por diversión, tampoco le pregunten por la contaminación ni restos que dejan los grandes barcos y yates, conducidos por ellos mismos". A la mar le entristece recordar aquello que no desea y no puede evitar. Preguntarle por los paraísos subterráneos, donde la gran diversidad de seres vivos y bellos viven felices en sus recovecos entre rocas y algas, donde también manadas de peces pasean entre la transparencia de unas aguas límpidas. Allí donde el peligro no acecha, la vida marina sigue a sus anchas con una gran inmensidad de seres diversos en tamaño, aspecto y color de una belleza pura en esencia... Algunos atrevidos practican la diversión del riesgo y se acercan a la superficie de las aguas, algunos regresan, otros no...Si le preguntan por las tormentas y el gran oleaje, les dirá que es la manifestación de su ira cuando el abuso sobrepasa los límites,ya que si no fuera así, quizá hubiera llegado el exterminio...
lunes, 12 de octubre de 2015
domingo, 4 de octubre de 2015
Sesión de chi kung
Amaneció notando la presión atmosférica en cada músculo de todo su cuerpo. A pesar de ello empezó sus ejercicios gimnásticos de todos los días. Después del almuerzo, cogió el bastón, su apoyo para desplazarse en estos momentos y se dirigió muy despacio hacia el parque. Allí la esperaba un pequeño grupo de mujeres para hacer la sesión semanal de chi kung. Tan solo empezar, justo detrás de la maestra que enseñaba los movimientos, se percibió un movimiento en las hojas de un arbusto, era un petirojo curioso que se detuvo a mirar revoloteando por los alrededores. Más tarde una mariposa blanca posó en uno de los brazos de la maestra, estuvo un buen rato siguiendo los movimientos lentos, acompasados y rítmicos del chi kung. Y para finalizar un gallo negro con su cresta roja estuvo rondando por el lugar. En las alturas de los árboles se oían cantos de pequeños pajarillos jugueteando entre las hojas movedizas aun verdes, cuando acabaron después del ritual de abrazos cada una tomó su camino de retorno.
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