Canto, ante la impotencia y el miedo
el orgullo bloquea lágrimas, por guardar.
Las tuyas asoman con facilidad,
las justificas como los soldados en las guerras...
¡después de hacer tanto mal!
¡Qué hipocresía tan evidente!.. ¿a quien quieres engañar?
si no es a ti misma...y a nadie más.
Cuando llore , lo haré en silencio, solo cuando sepa llorar
nadie más verá tal evento,
derramaré lágrimas en una copa de cristal
y con un brindis de sal y pena, me pondré a cantar.
Lágrimas sinceras, nada que justificar, canto y pena
acompañarán mi soledad...como manifiesto de un pesar
o como transparencia de fragilidad.
Que no quede en entredicho, que hay muchas formas de llorar
pero no todas llegan por igual, algunas más que otras,
¡y no hay nada más que hablar!
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