lunes, 2 de marzo de 2009

rapsoda de la noche


Un día mi voz acunó su pena,

hoy la suya recita poemas

me envuelve con su emoción sentida

y en mi piel queda reflejada.

Rapsoda de la noche

tus palabras me acompañan

y tu alegría renacida me complace

como si fuera mía.

Tus manos acarician el piano

y me conceden una hermosa melodía

la felicidad se expande y compartimos

una tierna velada, dulce compañía

de música, verso y alma.








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