Enraizada en la tierra madre, me nutro de lo que se acerca, y deshecho, por supervivencia aquello a lo que no puedo acceder. La felicidad es una actitud, y no está en la otra si no en una misma, cierto es que si es compartida es doblemente satisfactoria. A veces lo que se piensa, se cree o se siente nada tiene que ver con la realidad ajena, sinó un punto de vista desde el YO en contraposición de otro YO, que difícilmente coinciden. El misterio de la comunicación transita en el deseo de ser entendida y sentida...cuando los deseos covergen la vibración equilibra a ambos centros, cuando no es así declina y el péndulo oscila hacía uno de ellos.
jueves, 5 de marzo de 2009
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