domingo, 2 de agosto de 2009

El silencio como estrategia


La complicidad no precisa la palabra, cuando está presente acompaña, presiente, intuye y entiende.
El perverso se vale del silencio como estrategia de castigo, teniendo plena consciencia de que lo hace y que el otro sufre, y en la indiferencia presume de su ninguneo .
En la timidez el silencio es la manera de simular la presencia.
El vengativo calla porque solo así sabe que puede dañar y menospreciar.
La tristeza no emite palabra, porque sabe que al primer sonido, inundará de lágrimas al primer testigo.
El egoísta guarda silencio, no sea que su palabra pueda beneficiar a alguien que no sea él mismo.
la prudencia calla, no sea que perjudique a alguien sin querer hacerlo.
La solidaridad rara vez calla, ante la injustia difunde y denuncia e implica sin temor a las consecuencias.
El insolidario no dice, aunque sabe que diciendo podría favorecer, pero por si acaso, opta por la no implicación.
La inteligencia calla porque no es el momento de decir ni la ocasión de hacerlo, y en el caso que lo hiciera, nadie sacaría nada claro.
El vanidoso ante la palabra precisa y certera,si no hay respuesta para lucirse, calla.
La libertad busca el silencio para expandirse y disfrutarlo.
La soledad no deseada calla, porqué no tiene con quien compartir una palabra.
La serenidad observa, contempla y siente, utiliza la palabra cuando se tercia, escucha más que habla.
El interesado guarda la palabra, solo la emite si le es propicia.
La generosidad solo guarda silencio cuando nadie necesita la palabra.

3 comentarios:

Unknown dijo...

La palabra, es siempre necesaria en cada ser humano. Unos, la utilizan para mofarse, otros, para reír, llorar, y... ¿Por qué no? También para presumir de su bocabulario. Pero... Casi todos, la utilizamos para comunicarnos con armonía y respeto. De alguna forma, la palabra, está siempre en la flor de nuestros labios. Que nunca nos falte, querida amiga, es la forma más bella de poder decir lo que sentimos y por qué. Que las tuyas, no dejen de emanar nunca de la fuente de tu alma para que, así, puedan deleitarnos con su belleza. Un beso, de la mía, para ti.

pepitona dijo...

Una palabra tuya basta para sanarme...dice una mujer poeta, y yo también me la aplico. las palabras llegan, dicen, expresensan sentimientos, emociones. Acompañan, acarician y enternecen. Gracias amiga por las tuyas, siempre son bienvenidas y valoradas.
Un abrazo

Empar Díez dijo...

Paraules i pedres comencen per la lletra P. I no tan sols coincideixen amb això...baix el meu cop de vista es clar!!!
Amb paraules podem crear la més meravellosa de les estances...i la més dolente també.
El mateix podem fer amb pedres. Construir un llar acollidor...i la cambra de tortures també.