lunes, 28 de diciembre de 2009

OFRENDA

Te ofrecí el deseo como quien otorga una manzana jugosa en un momento de sed sin agua.
Te entregué mi pasión sentida con versos dulces y tiernos.
Te acompañé en silencio, guardando la distancia de tu presencia de emoción ausente.
Sin una complicidad  el sentimiento pierde su sentido y la plenitud de compartirlo.
La sensualidad se irradia en el reflejo de una mirada o en el encuentro de unos labios ávidos por besar
La seducción toma partido y las pieles hablan sin voz, solo
con la vibración de los sentidos al unísono




















3 comentarios:

Movingtrips dijo...

Esta me ha gustado mucho y la comparto

pepitona dijo...

Compartir y gustar dos palabras gratificantes y que agradezco de corazón, el que me lleva a escribir y estimula para continuar.

Movingtrips dijo...

Pues sigue, sigue, espero tus escritos con interés