Te entregué mi pasión sentida con versos dulces y tiernos.
Te acompañé en silencio, guardando la distancia de tu presencia de emoción ausente.
Sin una complicidad el sentimiento pierde su sentido y la plenitud de compartirlo.
La sensualidad se irradia en el reflejo de una mirada o en el encuentro de unos labios ávidos por besar
La seducción toma partido y las pieles hablan sin voz, solo
con la vibración de los sentidos al unísono
3 comentarios:
Esta me ha gustado mucho y la comparto
Compartir y gustar dos palabras gratificantes y que agradezco de corazón, el que me lleva a escribir y estimula para continuar.
Pues sigue, sigue, espero tus escritos con interés
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