martes, 10 de agosto de 2010

PESADILLA EN LA MADRUGADA


Un pesadilla me sobresalta en la madrugada
me levanto, enciendo la luz y explota una bombilla.
La gata curiosa y veloz investiga,
la aparto, limpio los cristales desparramados por la mesa.
Enciendo un incienso y la gata lo intenta apagar,
la bajo al suelo, rápida y rauda vuelve a subir, intrigada, huele.
Desayuno antes de que amanezca, y salgo a caminar.
Las calles están vacías y una brisa fresca me acompaña.
En una hora llego a la mar, la arena está fría y el agua
tibia acaricia mi piel, me sumerjo y recuerdo una frase
de una mujer un poco bruja…” Agua bendita que todo lo quita”
“ Agua salada que todo lo lava”…pienso que soy una mujer muy
afortunada, y ya no recuerdo la pesadilla de la madrugada, pero
siento un gran agradecimiento por la causa que ha motivado esta salida
del todo inesperada.

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