lunes, 16 de agosto de 2010

soledades



Su silueta cada día era más escuálida
un ser entre tantos sumido en la soledad.
El tabaco su compañía más plácida
el humo envolvía su destino desdibujado.
En su jardín guardaba con recelo bellas flores,
donde su sensibilidad se expandía y manifestaba.
Captus diversos y extraños de duración efímera,
a veces de tan solo una noche, otras de un día.
Una tarde de verano calurosa cerró los ojos
y saciado de soledad se sumió en un sueño tan profundo
del que no quiso despertar...
Entre soledades su invisibilidad
cada día era más evidente y su presencia
triste hoy ya no duele...un ser solitario
como otros tantos vivientes, que retan al destino,
cuando el vacío es cada día más grande e
imposible de llenar...
Ahora que ya no está echaremos de menos
su presencia, y el cruce escueto de palabras
de saludos y despedidas en el barrio que
nos vio nacer, crecer y madurar.

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