miércoles, 28 de septiembre de 2011

un paseo con Lua


Una mujer hacía su paseo diario con su perrita Lua. Era de aquellas personas que no pasaba desapercibida, no por hermosura ni esbeltez, sino por la originalidad en su estilo propio, sin seguir una moda general como la inmensa mayoría de la gente. Llevaba atuendos vistosos y poco corrientes, poniendo un toque original que la hacían atractiva y original, con el pelo muy corto,a lo garson pero femenina, a diferencia de la mayoría de mujeres con melena o pelo largo . Curiosamente Lua reflejaba algo parecido a la definición de su ama, sin pertenecer a raza alguna, tenía unos rasgos y un color de pelo canela que la hacían ser llamativa sin se vistosa y despertaba cierta simpatía e incluso se percibía cierta bondad canina, esto venía dado por el respeto inducido por su ama hacia todos los seres vivos, se lo había transmitido y enseñado con insistencia cuando todavía era una cachorrita. Quizás fue por la tranquilidad que se respiraba en su hogar o por los largos silencios, por música coral o clásica sin estridencias y también por las palabras cariñosas, las caricias o las miradas tiernas compartidas, ambas eran muy pacíficas, silenciosas, libres e independientes, y sociables cuando buscaban compañía de vez en cuando para socializarse.
En uno de los paseos diarios, la perrita sin raza conocida, pero resultona, se encontraba en una de las etapas de celo, motivo por el cual se le acercaban todos aquellos canes que se cruzaban en su camino, pero ella no les hacía el menor de los casos y con su cola impedía que se acercaran demasiado para olerla, claro que su dueña al verlos venir, procuraba apartarla, por respeto a los perros y dueños y para protegerla de actos instintivos que provocaran circunstancias adversas no deseadas. Tomaron una calle solitaria en una zona residencial, donde los edificios eran casas con jardines repletos de flores, árboles y hiedras, que guardaban la intimidad hacia dentro. Justo en una de estas bonitas mansiones verdes, había una puerta de hierro forjado y estaba entornada, fuera había una bellísima mujer madura pero de muy buen ver, tenía el pelo muy corto blanco como un copo de nieve antes de caer y rozar la tierra. tenía unos ojos azules de una transparencia nítida y luminosa que llamaban realmente la atención. Y Justo al lado tenía un hermosísimo perro Husky también de pelo blanco tanto como el de su dueña y casi con la misma tonalidad azul luminosa de su mirada penetrante azul y transparente, y llamaban la misma atención . La perrita Lua se quedó prendada de la hermosura del huski nórdico... paró en seco y en la acera de en frente se sentó dando unos ladridos enamorados dirigidos a su perro escogido, emitía aullidos de deseo y de elección del que desearía que fuera su partener. Ambas dueñas de los canes se miraron y sonrieron, evidentemente había hecho la mejor de las elecciones en cuanto a la belleza de su pareja elegida, justo de las que generalmente no se pueden realizar. Ya que la unión de éstos está más que preparada para los de la misma raza...todo quedó en un deseo fustrado de la perrita Lua. Después de la vivencia su dueña reflexionó que más o menos a ella desde otra visión diferente como humana, le habría ocurrido lo mismo en diferentes ocasiones, con ejemplos distintos, evidentemente. Los sentidos a veces no entienden de razones, ni tan siquiera pueden comprender porque ante la sencillez de un contacto intervienen gustos cruzados muchas veces de difícil conexión, por la mirada adversa, estilos, personalidades o inclinaciones diferentes, que nos identifiquen y sean causa de atracción o rechazo...por lo que muchos llaman química o el sentido primario donde intervienen los sentidos. Aunque pensándolo bien se había dado la coincidencia, algunas veces, con algún parecido dentro de la variedad amplia en alguna parte de si misma según recordaba que le había ocurrido en más de alguna ocasión, ¡Qué complejidad humana en la dificultad de conexión o coincidencia! Entre gustos no hay disputas dice un refrán, y cuanta razón.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Un beso perdido




Un beso andaba perdido en la oscuridad

tal vez un gesto leve y simulado lo esquivó

sin saber muy bien porque razón.

El beso divagaba sin rumbo y triste.

Unas palabras sin sentido rondaban

por el habitáculo despistadas

e incongruentes ,el beso las rehuyó.

Un insomnio compartido se unió

y un silencio roto, escondía lágrimas

resbaladizas para otra ocasión comprendida.

Por la mañana, el beso salió por

la ventana, en busca de unos labios

receptivos, las palabras se dispersaron

murmurando susurros sin sentido,

la incomodidad despertó extrañada

y el destino que no entendía nada

partió por otros pasillos buscando

a nuevos inquilinos que sin

ser sorprendidos, intuyeran

su función y en consecuencia

le prestaran la debida atención

Viviendo con acierto

Tal ofrecimiento

con la plenitud

de un buen momento.









































jueves, 22 de septiembre de 2011




Como víctima justifica su saber vivir como una obligación constante, sin emoción alguna y ciega de alma y corazón sobrevive lamentándose. Vive en la oquedad de su egoísmo, nada da porqué no tiene que ofrecer. Enaltece lo material como si fuera un altar, su diosa la moneda. Siembra iras, rabias y desprecio...pero tiene la piel resbaladiza como un reptil. Nunca se da por eludida ante la verdad y razón de los otros, sus ojos tienen la mirada inversa siempre mirando hacia a dentro, la felicidad es algo inalcanzable, nunca llega...se evade y se ahoga en sus propias quejas...Ante tal observación, pensemos en la humildad y en la tristeza de una vida sin sentido, pero la inteligencia justa de guardar la distancia mesurable o la pura indiferencia, no merece otra cosa ni tan siquiera la compasión.

lunes, 19 de septiembre de 2011

mirada enamorada

Unos ojos azules rebosantes de felicidad miraban con una ternura infinita a su bella amada de sonrisa ancha. Esto llamó la atención a una de las mujeres que participaba en aquel evento de un aniversario de un Pub. Hacía tiempo que nadie la miraba así, y la verdad que se sentía bien de este modo: tranquila, sola y libre, sin perturbaciones externas que rompieran un equilibrio con el que se sentía muy relajada y complacida de autosuficiencia, también podía ser un mecanismo de defensa o capacidad de aceptación ante la pura realidad del momento . Sabía porque conocía a aquellas dos mujeres que era una relación estable y duradera , lo mágico y envidiable era que con los años pudiera mantenerse esa embriaguez de un enamoramiento perdurable en el tiempo, la verdad , poco corriente . Ahora entendía el porqué de la facilidad con que aquella mujer de mirada tierna y enamorada, escribía historias de amor y amistad entre personas de su mismo género impregnadas de belleza e inventaba unos entornos preciosos, cerca de la mar y con el hechizo de la luna. Ella cultivaba y alimentaba este amor, porqué en ella vivía y había echado unas raíces tan profundas que brotaba por toda su piel, sus ojos y por sus manos, por esta razón lo podía transmitir a través de una inspiración retroalimentada por el estímulo de sus propias vivencias e imaginación. La mujer solitaria, se embebió del halo de magia y algo volvió a nacer en su interior con un asomo de esperanza y renacimiento...Quizás en su ciudad empezaría a despertar la intuición en una búsqueda de estas miradas nítidas, llenas de luz, de vida y de ternura que bien seguro se cruzarían en su vida si este era su deseo y ponía la energía en el pensamiento y en el corazón como el ejemplo vivido, que la despertó de un sentimiento adormecido desde hacía mucho tiempo, e inducido por una mirada enamorada , llena de luz, hechizo y emoción, a su fiel y amada y además compañera de vida.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Un abrazo imprevisto

Su deseo en estos momentos de su vida no iba más allá que el de un abrazo bien dado y participativo de contacto de piel y corazón. Sentía añoranza de aquellos tiempos remotos donde la proximidad de una piel amiga era cercana. Había perdido la noción del tiempo de la carencia de tal proeza humana, casi tan necesaria como el alimento para sobrevivir ( a menudo olvidada) para aquellos que la sensibilidad aun era hábito de piel y una caricia del alma. También era cierto que tenía una capacidad de aceptación flexible, supliendo las ausencias contemplando todo lo hermoso y gratificante que la rodeaba y marcando la distancia prudencial establecida con quien se relacionaba. Hoy se había sobre limitado, cuando una vecina ,con la que solía hablar a menudo, había salido del hospital después de una operación tumoral complicada. Al oir la llamada a su puerta y verla sonriendo, no pudo evitar una crisis de emoción súbita y le ofreció un abrazo, seguido de otro por la alegría del acontecimiento y el reencuentro extrahospitalario. La vecina, extrañada por la manifestación de una confianza poco frecuente, la invitó a subir a su casa de vez en cuando. Una sonrisa de agradecimiento llevaba dibujada, subiendo las escaleras muy despacio por el cansancio postoperatorio, se intuía una cierta felicidad por esta manifestación emocional poco frecuente y casi extraña entre vecinas, que de vez en cuando intercambiaban algunas palabras cuando se encontraban en la calle o en el rellano de la escalera y entre encuentros e intercambio de sonrisas habían creado una relación de acercamiento y simpatía común, todo hay que decirlo, el abrazo era por una alegría más que justificada de bienvenida por las buenas perspectivas de curación sin tratamientos agresivos y por el buen aspecto que presentaba.