miércoles, 28 de marzo de 2012

renacimiento de una flor






Nunca le habían gustado las plantas en casa, tenerlas suponía un esfuerzo inmenso y en cuidarlas como merecían se reconocía una verdadera calamidad ante la sensibilidad por estos seres vivos que consideraba de adorno y que nunca les había prestado más atención que la justa y no entendía quien las cuidaba con esmero y mimo , la verdad que le resultaba extraño su dedicación. Hacía tiempo, no recordaba quien ni cuando, se le habían traído como regalo, primero la regaba a menudo después poco a poco fue olvidándose de alimentarla hasta que se fue marchitando y cuando ya estaba seca y apenas viva la dejó abandonada en la calle, algunas veces por la noche la regaba con el agua que había sobrado del último vaso , después de varias copas bebidas sumido en un estado de embriaguez asiduo.Una mujer de edad, se fijo en ella y la recogió, la podó, la regó, le puso música , le hablaba todos los días, le susurraba cosas bonitas, canciones melódicas, y con cariño fue cortando todo aquello seco, le dedicaba un tiempo absoluto diariamente. Al poco tiempo fueron asomando los primeros brotes verdes, después asomaron capullos rojos hasta convertirse en una flor bellísima, brillante y exuberante. Un día su antiguo amo se fijó en ella en un paseo mirando un jardín cercano a su casa y le recordó a su antigua flor marchita que había abandonado, preguntó por ella y la mujer le dijo que la había encontrado en la calle, medio muerta y abandonada se la había llevado para curarla, protegerla y salvarla, y ahí estaba la prueba, sana, radiante y brillante de tanto agradecimiento y dedicación. El antiguo amo le rogó que se la devolviera que no hacía otra cosa que pensar en su flor, su perfume y fragancia, echaba de menos su presencia, que se había dado cuenta que al verla tan radiante y hermosa le pertenecía y la quería con él de vuelta a casa. La mujer que la había recogido, cuidado con cariño y sensibilidad se quedó tan sorprendida que no supo reaccionar y ante una honradez innata y ante el rechazo al conflicto cedió, sabiendo de antemano que no tardaría en un nuevo estado de dejadez, solo cabía esperar, lo que no sabría si alguien como ella volvería a encontrarla para recuperarla de nuevo con todo su potencial de hermosura actual, por el simple hecho de un cuidado adecuado desde el primer día hasta el último, sin perder la dedicación diaria para mantenerla viva.

viernes, 16 de marzo de 2012

triángulo planetario



Desde pequeña siempre se había sentido atraída por la noche, cuando la iluminación nocturna de neones y otras luces artificiales eran escasas y el cielo era un cúmulo de luces vivas, brillantes e infinitas. Solo era un interés visual que le atraía por su misterio de esencias muy lejanas y que algunas leyendas populares justificaban las tristes pérdidas de seres queridos ,que subían al cielo y cada uno era una de esas estrellas y estaban allí para observar, cuidar y sentirse presentes para no caer en la oquedad de un olvido permanente.
Ahora ya una mujer adulta, cercana a la tercera edad ,seguía mirando al cielo desde otra perspectiva muy distinta. Observaba de cerca la luna cuando era un filo dorado que apenas se percibía, le entusiasmaba, hasta el plenilunio que iba siguiendo y gustaba de mirar la luna llena salir de la mar, captando su elevación pronta y rápida comparando lo efímero de todo que acontecía.
Se sentía muy afín e identificada con el mar y la luna. Con el mar por su inmensidad, color, por la sal , el ir y venir de las olas, el acogimiento de las playas, la fuerza de las rocas, impasibles y resistentes. Con la luna por sus fases al igual que su vida, a veces creciendo en el largo aprendizaje de vida, otras menguando durante los períodos de crisis y otras en plenitud cuando alcanzaba alguna ilusión, cuando podía compartir sentimientos o emociones correspondidas o el poder contar con las buenas compañías de todas sus amistades, una de los regalos más preciados de la vida, los seres incondicionales que siempre permanecían. Después como en la fase de luna nueva venían tiempos de no estar, era la etapa más frágil y vulnerable, la contradicción, decepciones, vacíos e incertidumbres. Justo había oído en las noticias del acercamiento peculiar de Venús, Júpiter y la luna, curiosamente en estos momentos que el destino le había puesto en su camino una situación similar, sin quererlo, buscarlo, ni desearlo formaba parte de un triángulo, lo último que hubiera imaginado en su vida, tan tranquila, serena y coherente hasta el momento. Ella como la luna, representaba lo femenino, entrega, ilusión, recibimiento, gratitud, al mismo tiempo inconsciencia y fantasía. Venus representaba el despertar del deseo, remolinos de pasión, incitación al mundo del placer. Júpiter, lo masculino, el sentido interno de la ley, el que posee el poder de decisión, capaz de acercar y distanciar por el hecho de disponer del privilegio dotado por esta sociedad, adquirido de los siglos por los siglos. Ahora esta mujer en un principio solitaria, serena y coherente se hallaba con un gran dilema ante una elección personal. La inteligencia emocional por el largo tiempo de soledad y reflexión le habían llevado a un estado de flexibilidad y tolerancia generalizados . Ante la inesperada situación tan extraña desde el principio y por principios nunca debió de acceder, cedió sin pensar en lo absurdo y la incoherencia al resultado final. Evidentemente debía de replantear la situación de nuevo, no iba a acceder al poder de nadie, ni a la comodidad de no elegir o sea la ambigüedad que no se identificaba para nada. Solo tenía que saber como replantearse de nuevo la situación para salir de este triángulo que no le cuadraba de ninguna de las maneras y no permitiría que rompiera el equilibrio adquirido después de muchos años de ansiedades y miedos vencidos. Dudaba de su temperamento, de sus afirmaciones iniciales, de su capacidad de razonar ante las adversidades, de saber ceder ante lo más imprevisto, de lo que realmente quería entre tanta contradicción e inseguridad, tanto suya como de los otros representantes de este triángulo donde un cúmulo de emociones negativas y positivas estaban en un pulso permanente de fuerzas, donde era evidente que tanto el poder como la fuerza, la naturaleza madre había dotado al hombre,lo masculino, y en este caso Júpiter tenía la estrategia de estar presente pero en su territorio de libre albedrío, dominando la situación entre la luna y Venus, sin que esta última dejara de saciar sus estímulos de instinto viril, para consolidar un poder adquirido por el tiempo y las circunstancias, teniendo en cuenta que Venus precisaba de las dos energías para complacer su inmensa pasión innata que retroalimentaba para el gozo de su existencia. Ella como la luna cambiante pero insistente, persistía comprendiendo todas sus fases, aceptando la cercanía y el alejamiento , pero eso sí, cada uno en su lugar y ahí estaba lo correcto, solo así accedería, era una comparación clarividente un ejemplo a seguir, no deseaba poseer, perjudicar ni herir, tan solo vivir siempre y cuando no hubiera desestabilización que desequilibrara el péndulo de lo justo ni para un lado ni para el otro.

jueves, 15 de marzo de 2012

como una rosa roja




Como una rosa roja


ilumina la mirada


y unos labios tan apasionados


como sonrientes.


recuerda de ella el perfume


y la fragancia


también la suavidad


de un tacto aterciopelado.


Inicio de primavera,


estallido rompedor


no pone barreras


entre abrazos y gemidos


en mi piel se pierde y descubre.


Natural como la vida misma,


valiente y arriesgada,


al tiempo impone su ritmo,


la noche se alarga,


el amor muestra su presencia


y al amanecer


mil besos esparcidos


por el habitáculo


anidan en todos lo rincones,


al igual que una ternura


muy cercana


acompañada de emociones



tiernas que llenan el corazón


la vida hoy más que nunca


se hace presente


no hay cabida para nada ni nadie más

































miércoles, 14 de marzo de 2012

Bienvenida

La gata la mira y ronronea


su sonrisa llena todo el espacio


al igual que sus besos y caricias


en cada rincón se percibe su


presencia y su perfume embriagador


el silencio habla con su voz, tranquila.


Hoy en un estado de embriaguez


y somnolencia he percibido su contacto


para confirmar que su existencia


es toda una realidad y no un sueño


la primavera a florecido en mi corazón


después de un largo invierno.


Esta noche Venus y Júpiter


estarán más cerca que nunca


de la luna


un buen presagio de unión


universal. ¡Bienvenida!


















jueves, 8 de marzo de 2012

cuento de princesas

Había una vez una princesa que llevaba muchos años viviendo en un cuento junto a un príncipe. Empezó a sentir cierta nostalgia y melancolía de algo que no alcanzaba a definir. Quizá la rutina, la falta de sentido, de ilusiones nuevas, el hecho de que nadie cercano le reconociera sus valores, o la falta de motivación por razones desconocidas. Este hecho motivó que sintiera unas ganas enormes de cambiar de cuento, ya que así sería una manera de renovarse y renacer de nuevo e investigar la manera de sentirse bien, al menos mejor de como estaba . Partió hacía cuentos desconocidos, entró en otros no tan diferentes donde había príncipes diversos, ninguno de ellos era apetecible y en todos hallaba similitud con el suyo propio con el que había convivido desde tiempos inmemorables. Después de entradas y salidas , entre cuento y cuento por casualidad o por azar un día le sorprendió encontrar uno donde curiosamente solo habitaban princesas. Nunca se le había pasado por la mente que un mundo de princesas pudiera existir. De entrada notó un bienestar desconocido, empezó a sentir mucha confianza y un aura de ternura la envolvió. Todas le dieron la bienvenida, la empezaron a ofrecer halagos, la llenaron de abrazos, sonrisas y se percató que la suya era una de las más hermosas, mirándose al espejo o bien en el reflejo de las otras miradas de sus nuevas amigas y colegas de rango. Las había de todas las edades incluso de la suya y mayores. Le extrañó que la mayoría no precisaban de la figura de ningún príncipe, ni lo tenían como referente ni como compañero. Una de las princesas se le acercó y poco a poco fueron creando lazos de amistad, empezó a sentirse feliz y muy cómoda, dejando atrás dependencias y complejos de los que no se sentía nada bien y que no eran más que opiniones de príncipes cercanos vanidosos por el poder cedido, nada más que por costumbres y rutinas muy arraigadas sin saber de donde venían. Decidió que este era el cuento en el que quería quedarse, donde por fin halló su casi perfecto hogar. Pero al poco tiempo el príncipe de su primer cuento se percató de su pérdida y no paró hasta dar con ella, utilizando todas las estrategias conocidas para que volviera a su primer hogar, le trajo flores de sus jardines, le rogó que no podía vivir sin ella, que la necesitaba que era una parte de él lo mismo que ella . La princesa se puso muy triste, no quería sentirse responsable de una alma en pena y muy a su pesar, claudicó. Como las otras princesas eran muy respetuosas ante la libertad de cada ser, ninguna puso objeción alguna , ya que solo ella era la que tenía que decidir por su vida, sacaron sus pañuelos de colores y con lágrimas por tan preciada renuncia, apenadas por la decisión tan dolorosa la dejaron marchar, recordándole de ante mano la posibilidad que siempre sería muy bienvenida a su reino, donde lo femenino era la base del respeto, el contacto, la libertad de decisión sin ataduras ni posesiones, la ternura y el reconocimiento de los valores de cada una de ellas que constantemente se esforzaban en manifestar para que ninguna lo olvidara jamás, el valor de lo propio reconocido, no era más que el camino a la libertad escogida, según una elección incondicional.

jueves, 1 de marzo de 2012

De buenas a primeras la felina se acercó a la mujer desconocida, ella contemplaba con curiosidad la reacción de ambas como un presagio de lo que podía acontecer a continuación...cogió la gata con una delicadeza exquisita se la acercó al cuerpo y la abrazó muy cariñosamente, sonrisa y ronroneo sincronizaban a la perfección, una imagen que le dio la información de lo que se aproximaba, que tanto temía como deseaba. La intuición no había errado. Una mezcla de ternura, seducción, pasión y delicadeza, un buen inicio con una buena excusa para continuar y seguir adelante a pesar de unas circunstancias un poco extrañas.