Unas bellas palabras amigas le arrancaron una sonrisa repleta de ternura. Tenía una infinidad de amistades en su largo caminar que había mantenido a través del tiempo, algunas desde su infancia. Se sentía querida, valorada y estimulada. Su corazón era como una colmena donde había un espacio infinito para llenar. Siempre hallaba algo interesante por descubrir cuando la química y elección eran cercanas ante un nuevo encuentro que seleccionaba con mucho tiento. Una sonrisa al igual que una lágrima le provocaban un acercamiento de corazón y alma. La sensibilidad asomaba en cada poro de su piel. Durante la noche la había despertado un remolino de viento un poco ruidoso, al cabo de un rato dormía plácidamente, su consciencia le murmuraba al oído: "Me siento feliz de vivir en paz y armonía contigo,nunca me separaré de ti, buena amiga, felices sueños, preciosa".
sábado, 14 de abril de 2012
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