lunes, 9 de septiembre de 2013

Entre amigas

 
  Nadie sabía si se había dado un cambio repentino de actitud y comportamiento o simplemente no se había dado a reconocer como era realmente. Había explicado en más de una ocasión que alguien le había llamado la atención inesperadamente con algún despecho que no entedía, a pesar de estar en una etapa de la vida de plena madurez al menos en cuanto al tiempo vivido. Ahora en algunos encuentros sociales se la veía distante y con una expresión más de agobio que de placidez. Transmitía negatividad y contrariedad por casi todo. Daba la sensación que no veía más allá de sus propias pestañas alegando razones tan ajenas y poco convincentes como su actitud distante. Este comportamiento extraño creaba cierta incomodidad a las otras amigas y sobretodo sabiendo que una de ellas en concreto sufría de inquietud e incomprensión por una implicación emocional que ,para más inri, se agravada por una situación familiar que la desbordaba, hay que reconocer y valorar que así y todo ponía mucho de su parte para apaciguar tanto desazón vivido sin conseguir resultado alguno. Vivía un estar como sin querer estar, un vivir en un presente más bien no deseado y lleno de ofuscación quejumbrosa. Se la podía comparar con aquella persona despistada que empuja o pisa a alguien sin pedir perdón porque está tan ofuscada en si misma que ni tan siquiera se da cuenta del daño causado y el que puede causar con su ensimismamiento. Solo cabía esperar una justificación convincente, si es que la quería dar, seguida por una disculpa o bien se encontraría con una dispersión colectiva. La nevatividad incontrolada a veces es como una enfermedad contagiosa que aleja a la gente de alrededor y destruye a quien la padece . Solo cabía esperar hasta donde podía llegar la paciencia de algunas y la implicación de otras... daba la sensación que no había lugar para el diálogo ya que lo que decía y sentía era ni más ni menos que pura contradicción...Todo ser humano vive tiempos de luz y de sombras, la comunicación es básica para ambas, tanto para bien como para mal y no estaria de más que se diera, por sentido común, aunque hay quien suele decir que es el menos común de los sentidos..

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