Si tuviera que elegir un mes del año sería el mes de junio donde guardo los recuerdos más valiosos como pequeños tesoros en mi corazón de larga vida. Tengo que retroceder en el túnel del tiempo hasta la adolescencia donde en los patios de las casas del barrio había diferentes fiestas y guateques con música, coca, cava y gente joven con muchas ganas de divertirse y las puertas abiertas para quien quisiera entrar. Bailábamos hasta las tantas. Después vieron las primeras vacaciones en un pequeño pueblo donde veraneaban los abuelos de mi mejor amiga y pese a ser niñas no teníamos hora de vuelta, no había peligro alguno. Allí un primer amor, pelo afro azabache, moreno y unos ojos esmeralda que brillaban con luz propia, alto, sensible y muy respetuoso , además tocaba la guitarra en un conjunto. Un día llegó a esperarme a que llegara para cantar una canción que me dedicó. " Mujer si quieres tu con Dios hablar..." para derretirse de dulzura y amor. Otro San Juan entrañable, en 1991, donde se celebró la primera feria mundial del libro feminista en Barcelona. Allí mujeres escritoras, poetas y lectoras del universo en una fiesta en el parque del laberinto, era como un ritual de mujeres sabias unidas por una noche mágica y emblemática, creo recordar que había luna llena. Era un espectáculo nunca visto. Gozamos en aventurarnos en los caminos de cipreses sin saber si encontraríamos el camino de vuelta, nos daba lo mismo perdernos, allí seguro que alguien nos rescataría . Una canción que me recuerda aquel día... " Es por ti que veo ríos, donde sólo había asfalto, es por ti que hay océanos, donde sólo había asfalto, es por ti que soy un duende cómplice del viento, que se escapa de madrugada, para colarse en tu ventana; de Cómplices, hoy sonaba en la radio. Bailamos hasta que nos cansamos, deseando que la noche fuera eterna sin fin. Y la noche de San Juan de 2001, la intuición me llevó a pasarla con mi madre. Mi padre estaba en el hospital recuperándose de una intervención. Y mi madre no estaba muy fina de salud. Improvisé una cena en el terrado de la finca. Había un eclipse de luna y me propuse hacer un ritual chamánico con intención de sanar a mi mamá. Nos reímos mucho, andamos descalzas y nos equilibramos los chacras. Curiosamente nunca había celebrado este día con ella. Algo me hizo intuir que era como una despedida avanzada, a los dos meses se nos fue con una cáncer avanzado. Nunca olvidaré sus risas y la ilusión de aquella fiesta improvisada, con Lola, mi hermano, mamá y yo. Intuición de bruja que me viene de mi abuela paterna lo reitero a menudo porque me gusta tener este don y otros que me pasó. Tres veces soñé con mamá, Una bailando en una plaza muy felices, saltando y disfrutando, otra cuando estaba naciendo la hija de mi sobrino que se ríe mucho como ella y tiene otras cosas heredadas , le dije a mi sobrino es la reencarnación de la yaya... y la última ,la noche que recibí la noticia de mi segundo cáncer, con un abrazo me hizo saber que todo iría bien y así fue. Ahora las expectativas son de acompañar a una amiga mayor que está sola y tomar la coca, el cava escuchando música y viendo los fuegos artificiales desde su terraza. Cambia, todo cambia, como dice la canción de Mercedes Sosa. " ...Cambia lo superficial, también cambia lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo" aunque la canción por excelencia que representa este día es la de Serrat... "Per Sant Joan... "Un vespre quan l' estiu obria els ulls, per aquells carrers on tu i jo ens hem fet grans, on vam aprendre a córrer, d' amunt d' un pam de sorra, s' alçava una foguera per Sant Joan"...
martes, 21 de junio de 2022
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