En la eterna búsqueda de la vida zozobré mil veces y dudé otras tantas.
En la libertad del vuelo me identifiqué, buscando quien me quisiera acompañar
con alas extendidas dejando el espacio suficiente para para que fluyera la corriente
y poder planear sin límites ni horizontes...
Quisiera que mi refugio fuera una roca de la mar, o una playa vacía
y alimentar los sentidos de la libertad extendida.
En soledad aprendí a observar la vida, y apreciar lo vivido desde otra perspectiva
De la naturaleza me nutro, lleno y me basto...
El silencio me acompaña y mis ojos sonríen al universo.
2 comentarios:
quizá en la vida no haya que buscar, solo vivir con puertas abiertas...
y sí, volar en libertad, conviviendo con otros vuelos y, no lo dudes, compartiendo el tuyo con alguien que aparecerá sin buscar y cuando menos esperabas...
a solas venimos a la vida, a solas partimos de esta vida,NUESTRA VIDA, y solo nosotras elegimos como y con quien vivirla, y con más o menos intensidad...
estoy segura de ello. Me lo ha enseñado la vida.
En mis puertas, ventanas y corazón siempre hay una rendija abierta, quien la traspase podrá divisar, transaparencia, un espacio lleno de vida, un abrazo sincero y una sonrisa ancha de bienvenida...que no es poco.
Gracias por tus palabras, me acompañan, y enaltecen las mías, que por descontado gustan de ser compartidas.
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