miércoles, 15 de julio de 2009

Recuerdo de una noche de verano




Compartimos silencios y pensamientos inciertos.

El rumor del agua susurraba paseando,

las sombras del atardecer se reflejaban en tu pelo

dibujando un secretismo aparcelado.

Un suspiro placentero, el asomo de luna llena

y una brisa de aire fresco me invitaron a un sueño

relajado... una sonrisa cómplice dibujada, es

lo último que recuerdo, no sé si tu soñabas.

2 comentarios:

amen dijo...

perseguir un sueño es algo más fácil de lo que pensamos, tan sólo hace falta un poderoso corazón, aprender que somos lo más importante que tenemos y saber decir adios a los obstáculos.
Gracias por esas imágenes tan bellas como los sueños

pepitona dijo...

Invoquemos a los sueños para que engrandezcan nuestros corazones.
Los obstáculos se hicieron como estrategia para poder solucinarlos.