Ya de bien chiquita, iba buscando miradas y sonrisas,
en el portal de la calle observaba la gente pasar...
no había prisas, tampoco estrés, las mujeres paseaban,
hablaban y se conocían, sabían casi todo de todas.
Los mimos y la dedicación estaban asegurados.
Tiempos felices de la niñez, donde el amor te venía,
de la vecina, la abuela, la tía, de la hermana mayor
o incluso de las primas, no había TV, la comunicación
básica era la humana y...¡ llenaba tanto!
3 comentarios:
Eran otros tiempos, efectivamente. La relación humana estaba concentrada, sin la dispersión de todos los medios existentes ahora "de comunicación". Recuerdo esa época con cariño, y me siento afortunada de haberla vivido.
¡Genial Pepa! Como siempre, logras transportarme con tus escritos al lugar y la época que describes.
ya lo creo que si!!!
Unos tiempos de añoranza pero con la felicidad de haberlos podido vivir y quedan gravados en la memoria del corazón.
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