miércoles, 2 de junio de 2010

invitación solitaria




Te serví una copa de cava bien fría

la bebiste despacio, saboreando

cada burbuja con la intensidad

del buen gusto y te relamiste

hasta la saciedad...

cuando te ofrecí la segunda

la dejaste encima de la mesa

sin interés de repetir, simulaste

olvido, no hubo besos de despedida

cerraste la puerta despacio, sin ruido.

Vacié el contenido en la pila, y acabé
el resto de la botella fría, brindé por mí

puse una canción bonita, encendí una vela

y me dejé llevar por la embriaguez de tu ausencia.

Con tristeza y aplomo me quedé dormida.



















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