Cuando miraba atrás desde la perspectiva de la experiencia vivida una vez transcurrido medio año aun seguía sin entender las circunstancias tan extrañas en que se había envuelto en este último espacio de tiempo, algo que no tenía ningún sentido desde el comienzo hasta el fin, sin pies ni cabeza, tan inverosímil por el hecho en sí y por la conducta de ella entregándose y compartiendo todo con una persona desconocida a través de las redes sociales que con el tiempo se daría cuenta de que era un ser sin alma con intenciones poco claras y sin escrúpulos, entrando y saliendo, tomando y dejando a su antojo y con una capacidad de convivencia muy reducida, incapaz de contener la parte más primaria cuando estaba en su compañía, algo tan evidente e impensable en una persona adulta, que por educación debería tener por sabido y aprendido lo que no se debería hacer en compañía y en la propia intimidad, claro siempre y teniendo en cuenta que fuera una persona digna y respetuosa con una preparación y educación básicas . Mirando desde la distancia era como si hubiera visto una película en que el argumento no hubiera sido de su agrado ni por asomo, ni se hubiera sentido identificada con ninguna de las dos protagonistas. Hubiera salido con la sensación de fustración por la superficialidad, el montaje de una historia inverosímil sin poder atar cabos ni rabos , ya que vista desde fuera no aparecía ni por casualidad romanticismo ni amor, sinó algo parecido que no sabía situar en su pasado relacional. Una de las protagonistas, la que había dejado a su pareja, al principio de todo fingió con una especie de dramatismo, reafirmandose, como si fuera lo más normal del mundo, que seguiría manteniendo relaciones sexuales con su ex pareja, mintiendo desde luego y argumentando una justificación que no venía a cuento,que era su deber, que lo hacia por compasión justo por ser el padre de sus hijos. La otra, con una mirada de incomprensión absoluta, ignorante en este tema, no le cabía en su cabeza solemne estupidez y tonta de remate no supo que decir en aquel momento a la que de hecho aun era una desconocida que se le había infiltrado en su casa porqué la había echado el que había sido padre de sus hijos con el retintín, eso sí, que seguirían teniendo sexo, porqué compartían unos hijos ( muy raro le pareció). En la primera cita, sin tener conocimiento de nada, ella se presentó con unas catanas artesanas, era detallista ,le gustaba serlo y por descontado le encantaba que también lo fueran con ella, pues no fue así, ni lo sería a lo largo de todo el tiempo, al contrario, se llevaría muchos chascos y decepciones y finalmente muchísima rabia por la injusticia en la proporción totalmente desproporcionada en perjuicio de ella. La infiltrada, que había sido echada de su casa por su ex pareja, en un principio se mostró con excesiva confianza, demasiada, hasta tal punto de avergonzar a la que la había acogido y sentirse incómoda en su propia casa y con los vecinos, por los ruídos nocturnos sin miramientos . Al principio muy comedida no decía nada, se lo callaba y lo sufría por dentro,era incapaz de manifestarlo a pesar que cada día descubría cosas que le parecían más intolerables e incomprensibles venidas de una persona en la edad de la madurez, que no eran ni más ni menos que una falta de consideración, aprecio y respeto tan evidentes como la caradura de la susodicha, iba a lo que iba, a satisfacer su instinto más primario, lo demás pura nimiedad, en el mundo no existía nada más, al igual que el tiempo, no contaba, sólo su ritmo o lo seguías o desesperabas . Todo se normalizaba cuando salían de casa y con las amigas de ella, la otra no tenía amigas a veces salía de cena o de copas con alguien, decía que eran amigas, pero en realidad no lo eran, a su entender. Daban la impresión de ser una pareja feliz, de hecho ella lo intentaba y lo esperaba, por este se metió de lleno en ello, era algo innato, iba con su manera de ser en cuanto a la implicación , seriedad y compromiso, se entregaba al cien por cien, de hecho lo deseaba y quería creerlo, pero el desengaño iba a pasos agigantados por una conducta cada vez más fría, egoísta, rácana e indiferente, sobretodo por la falta de respeto y consideración, lo era tanto y tanto que empezó a abrir los ojos y a encogérsele el corazón y empezó asomar la razón, se fue enfriando hasta la desidia, llegó a sentir repelús en los momentos de intimidad forzados, cada vez más, era con el pez que se muerde la cola, la falta de delicadeza, detalles, la tacañería y un comportamiento egoísta en exceso, agotó la fuente del deseo y la paciencia inhibida, ahí vino la raíz de que aquel primer encuentro del todo casual se conviertera en un desencuentro cercano al final, quizás por un error del destino o por una ceguera transitoria de una intuición despistada... y la infiltrada internauta muy aficionada se dedicó a la búsqueda y captura de una o varias substitutas, a saber si substitutos, para seguir con su intención primera y primaria de autosatisfacción sexual, no había otra, era así por imperativo hormonal y por los siglos de los siglos, parecía ser, fingía que no era este el motivo y simulaba enamoramiento , de hecho solía funcionar por la parte genital y quedaba como las posaderas y así se lo hizo saber más de una vez. Cuando le venían flashes de esta vivencia tan absurda como incomprensible reconocía que le había producido un desajuste psicológico importante, era como un pequeño infierno que andaba repercutiendo en lo psíquico y físico que aun seguía arrastrando la decepción en sí misma por el reconocimiento de la mala gestión de las emociones , por su integridad y orgullo dañados como nunca lo habían estado hasta ahora. Solo esperaba que de este aprendizaje no volviera a suceder algo parecido nunca más. De todas maneras conocer a alguien de estas características no era tarea fácil, había dado en su larga vida casi sexagenaria con dos personas de este calibre y la otra tenía unos rasgos psicóticos reconocidos por la gente que la conocía, curiosamente también poseía una preparación universitaria y cosa extraña se dedicaba a la docencia. De sopetón le vino una imagen a la memoria y comparó con ambas situaciones aunque distintas, tenían algo en común . Un día su querida y añorada perrita: Luna ya desaparecida tenía una garrapata enorme en la pata, repleta y saciada ,supuestamente hasta la hartura de sangre, se despegó por si sola cayendo al suelo, le dió un asco terrible, la barrió en una pala y con los ojos cerrados, para no verla la tiró al WC, nunca más había pensado en ella...así debería ser con todo aquello que no convenía y que perjudicara seriamente la salud o que enfureciera o deprimiera . Desafortunadamente las emociones precisaban un proceso y la mente y la razón no les tocaba más que aceptar esta sinrazón, en la vida no todo era control y en el corazón no había detectores de honestidad , bondad y generosidad para protegerse de las malas hechuras de seres errantes que precisaban de los otros para satisfacer sus sentidos más básicos y esto estaba escrito en su ADN, el encontrarlos o no era algo muy enigmático porqué lo lógico sería que dieran con la más parecido a ellos y no lo opuesto como le había sucedido y respecto al instinto más primario y al egoísmo en exceso ella estaba justo en las antipodas de las antipodas.
sábado, 23 de agosto de 2014
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