viernes, 26 de febrero de 2010

la oportunidad perdida


La vida nos brindó una oportunidad

Pero nos perdimos en la fugacidad de su destello.

la intuición estaba perezosa y la mirada adormecida

los sentidos brillaron por su ausencia

la duda no quiso perder protagonismo, interponiéndose.

La oportunidad, oportuna nos ofreció un atardecer rojizo,

una mar serena y una suave brisa, la arena cómplice

acogía nuestras pisadas firmes y relajadas...

la felicidad, silenciosa nos acompañaba insinuándose

complaciéndose de su complicidad sigilosa...

Y como un niño suelta un globo, sin percibir la pérdida

y mira al cielo como se aleja a merced del viento

así nos quedamos, sin la posibilidad de retenerla.

Quien pierde una oportunidad, pierde la esperanza

de vivirla, sabiendo que andan escasas y raramente

vuelven, porqué su misión es instantánea...




















5 comentarios:

Movingtrips dijo...

Ya lo creo que es así!, que me lo digan a mi!!. Preciosa, Pepa.Sigue escribiendo.

pepitona dijo...

Seguiremos escribiendo, porqué las palabras liberan energía regeneradora, mientras exista la complicidad de quien las lea y comprenda por la semejanza en cuanto vivencias y la necesidad de expresarlas y exponerlas.

Empar Díez dijo...

Si. Estas cosas pasan...
Nunca por casualidad. Estoy convencida. Es la causalidad la que lleva la batuta. Pero conozco unos duendecillos, cómplices de la vida y amigos de las personas sensibles que te sorprenden cuando menos te lo esperas...

pepitona dijo...

Quizás su misión en la vida es sorprender o que tienen un iman que atrae la sensibilidad para asimilar que existe y compartiral...quien sabe

amen dijo...

los globos están llenos de aire y vielam o se desinflan, pero lo bello del momento en que están repletos es lo que hay que salvar ;)