Paz, calma, orden y quietud tan liviana como una pluma al viento
la soledad besa y susurra al alma:
"no hay mal que cien años dure"
la bondad despierta y bosteza
Los sueños a veces trajinan
inquietudes adormecidas
de un inconsciente que divaga
entre un bien deseado y un mal rechazado por un pasado lejano de una senda equívoca despojándose de lo vivido hacia un olvido definitivo, sin sombras turbias de egoísmos infinitos
Poseía un a sonrisa preciosa, con unos labios rosados como si fueran dibujados de exclusiva forma para besar y sonreir. Los dientes ordenados y blanquecinos, ni demasiado alta ni delgada. Leía en el parque y parecía ser algo divertido porqué sonreía. Poseía la elegancia de la originalidad, pelo corto plateado y un color de piel bronceado, era mayor y de un atractivo que se hacía mirar. Levantó la vista, por un momento se cruzaron las miradas, curiosamente tenían un ligero parecido, mucho más que sus propias hermanas.
Paseando, aun con su bastón lila, se acercó a un supermercado donde vendían productos de oferta de toda la zona europea. Dio con un Proseco ( una especie de cava italiano) y cogió solo una botella, no se podía permitir ir con más peso, también cogió pasta italiana. Después del verano organizaría una comida con las amigas, era algo que solía hacer y que le gustaba compartir. Harían un paseo por los parques cercanos y quizás las llevaría a la calle Aigua Freda, donde se encontraba un paraje donde parecía que se había detenido el tiempo en los 60, estuvo hacía muy poco y le encantó. En aquellos tiempos, desde la edad de 5 años hasta los 11 , pasaba todos los días, acompañada de sus dos hermanas, para ir a la escuela. Había oído en las noticias que los vecinos estaban muy enfadados y molestos porqué el ayuntamiento de Barcelona para desatascar las zonas más turísticas del centro de la ciudad habían ampliado el turismo por los barrios, y de repente esta calle, pequeña, tranquila peculiar y verde con sus lavaderos y pozos se había convertido en un lugar de un tránsito exagerado, rompiendo la tranquilidad y paz vecinal...justo el encanto estaba por ser un paraje apartado de ruido en el que prácticamente sólo se veían vecinos y muy de vez en cuando grupos de turismo cultural, en este concretamente sí que estaban de acuerdo su gente, sin sentirse de pronto invadidos, y es que Barcelona actualmente era una de las más visitadas del mundo y la verdad era un agobio, demasiada gente, no era algo agradable para los ciudadanos de a pie.
Una mañana llena de sorpresas cotidianas, primero la visita temprana de la lluvia, acompañada de relámpagos y truenos, un buen presagio para sus plantas y para ella misma. La lluvia siempre era un símbolo de limpieza, tanto exterior como interior, si así lo quería imaginar y como el poder de la mente era poderoso ponía toda su energía en ello. También vino su hermano con su positividad y un temperamento de una lógica poco frecuente pero que solía dar en la diana de lo razonable. Una mañana especial con detalles tan naturales como la vida misma y al fin al cabo las pequeñas cosas eran la base de la felicidad...la capacidad de adaptación ante los acontecimientos rutinarios y a la vida en sí, eran un recurso idóneo para la supervivencia...la soledad una excelente compañía y recordó una frase del libro que estaba leyendo de Bárbara Kingsolver..."Deanna volvió el rostro hacia el cielo y escuchó el bosque; esto era lo que Eddie había dejado tras de sí. La oportunidad de escuchar el trino de los pájaros al alba y peinarse sin que nadie la observara. Eddie le había dejado la mejor de las piedras preciosas, el diamante de la vida solitaria"... así también lo sentía ella misma en este momento de su vida.
Escuchando a los coros de los madrigales de Monteverdi se emocionó. Se sentó en la silla del balcón rodeada de sus plantas llenas de vida, estaba segura que a su manera sentían la música y quizás también podían emocionarse tanto o más que ella, lo imaginaba, todo a su manera, ahora todo era así, sin ninguna influencia externa que le creara contradicción. Cogió el libro, " Verano Pródigo" de Bárbara Kingsolver y al leer:"Despierta bajo la luz del amanecer, con los zorzales del bosque, sintiendo la textura de la sábana fresca sobre la piel, se sintió tan enervada y desorientada como una mariposa que acabara de emerger de una larva sin saber dondevolar"...también se emocionó e imaginó la situación narrada, después de una noche de amor inesperada y vivida por la protagonista. Ahora era tiempo de imaginar e interiorizar imágenes bonitas de vidas ajenas, el amor quedaba lejos, si es que había existido tiempo atrás, lo dudaba, seguramente era tan imaginario como la vivencia de la lectura, una percepción sentida por la emoción de vivirla, el pasado reciente no la emocionaba, más bien lo rechazaba, una frescura glaciar le había helado el recuerdo y el sentimiento, de hecho no se lo podía ni creer que lo hubiera vivido ella misma, aun hoy pedía perdón y mil disculpas a su propio orgullo y a su integridad por haber caído tan bajo, hasta el subsuelo de la necedad . Al atardecer había recibido la visita de su amiga de la niñez, vivía en otra ciudad y siempre que la visitaba le levantaba los ánimos y a la vez la autoestima, ella la conocía bien y cuando le explicaba como se sentía siempre justificaba su actitud, porqué la conocía bien, era una buena psicóloga e interpretaba sus emociones y cuando le exponía todo resumido y lo interpretaba según lo expuesto se quedaba mucho más tranquila, era tan sencillo como sentirse valorada, querida, respetada y ante todo comprendida, le había hablado de su capacidad de aguante y de su explosión después, porqué la conocía muy bien y también le expuso que había cosas tan evidentes que no hacía falta tenerlas que decir, salían de una misma, cuando había amor, sensibilidad y respeto, no había dudas al respecto, la generosidad tenía que fluir como una fuente abierta, un intercambio proporcional a lo que se daba, recibía y según se poseía, si no era así todo se iba al traste, que es lo que relamente había sucedido finalmente; una descompensación descomunal de un egoismo desmesurado, donde la emoción, el sentimiento y la coherencia brillaban por su ausencia, a parte de otros motivos relacionados con la falta de implicación y seriedad de una persona madura que no lo era según le hubiera correspondido . Su amiga vino con su pareja, tenían una relación envidiable de casi treinta años de convivencia, se entendían y se veían enamorados como nadie que pudiera conocer y no hacía falta decirlo, su aspecto lo decía todo, tenían un aire jovial, se cuidaban y vivían en una especie de paraiso tanto interno como externo, se tenían una admiración mutua. Tenían a su alcance a través de una terraza con una gran cristalera un paisaje mediterráneo bellísmo en todas las circunstancias de tiempo y estaciones, tanto el mar como el cielo eran un espectáculo visual que variaba según la luz y la hora todos los días del año. Pronto iría a visitarlos a finales del verano cuando la multitud de veraneantes volvían a sus rutinaslejanas de asfalto, ruído y contaminación urbanas. Las charlas nocturnas en la terraza eran tan refrescantes como la brisa marina y cuando iluminaba la luna la complacencia era de una exquisitez sin igual.
Anduvo con su bastón lila, tenía una cita con la luna y la mar. No era la única, había varias personas con trípodes y objetivos enormes, llevaba una cámara lumix compacta y para ella era más que suficiente. Se acercó detrás del hotel Vela, el sol se estaba poniendo, el cielo competía con los tonos naranjas y rojos a cual más llamativo y reluciente. La mar estaba tranquila y se visualizaban varios barcos de vela que a simple vista, apenas se apreciaba movimiento alguno, quizá también esperaban el asomo de luz rojiza allá en el horizonte . Vinieron dos chicos uno de más edad que el otro, iban en bicicleta, tenían los dos, cuerpos de adonis, musculosos y un aspecto agradable y muy atractivos. También esperaban la salida de la luna. Se abrazaron y se besaron dulce y tiernamente, como a ella le gustaba, se querían, no había más que verlo, sintió un poco de nostalgia de aquel sentimiento, ella, romántica hasta la médula, estaba sola, no triste por ello, ahora era lo que tocaba, y tenía muy claro que era mucho mejor estar bien y sola que no mal y mal acompañada . Justo al lado donde estaba sentada esperando a la luna , mirando al mar y también algunas gaviotas que volaban libres, había dibujados dos corazones de color rojo chillón ambos estaban tocándose, bien unidos, de manera que parecían dos labios besándose. Hacía tiempo que le rondaban corazones, en la playa había encontrado cada vez que iba alguna piedra en forma acorazonada y por descontado aun recordaba las dos rocas de Garraf, donde tomó su primer baño en la niñez, que formaban de forma inconfundible un gran corazón. El suyo latía solo para ella misma, necesitaba tiempo para volver a confiar...recordaba a Gabriel García Marquez en una de sus frases..." Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces".
En una meditación profunda de concentración hipnótica alcanzó el logro de llegar al punto de la mente donde estaba localizada la paz interior. Antes había pasado por los restos tóxicos de reminiscencias del pasado e hizo una limpieza hipotética de lo que quedaba por depurar. En el rincón del habitáculo donde residía el pensamiento renaciente limpio de intrusiones externas, halló el barco que parecía hecho de cristal que se había formado a través del ritual chamánico la noche mágica de San Juan . Éste navío estaba forjado por la albúmina de un huevo galllináceo y embellecido por dos grandes velas , navegaba en un mar en calma que poseía los colores del arcoíris, iba en busca de la isla donde se cumplían los deseos y habitaban todos los sueños por realizar, sólo había que imaginarlos y creer en el poder creativo onírico. Vio una imagen de tonos violetas con formas onduladas femeninas, estaba envuelta en un aura multicolor, como el agua. Lila por la feminidad, naranja por la generosidad a raudales, roja por el amor, rosa por la ternura y sensibilidad, verde por la afinidad con la naturaleza y por la esperanza, blanca por la pureza, nobleza y fidelidad ,azul por el infinito exclusivo amor sin igual ...había un gran corazón rojo que palpitaba rítmicamente y con un tono pausado de ondas sin voz, le habló del silencio, la paz, la armonía y el equilibrio... Despertó de la meditación relajada y con una sonrisa dibujada en los labios, la misma que su madre le había dejado como la herencia más preciada, se la ofreció como dádiva justo el último día que se fue para no volver, con la condición explícita que no se perdiera nunca a través de todas las generaciones venideras.
En un lugar profundo y recóndito de la mente reside la paz interior que conecta con la esencia de alma; anidan la bondad, el desapego, la libertad y una felicidad interna e infinita...allí también habita un sentimiento y deseo de reencuentro con una misma donde nada ajeno que no sea intercambio buenas energías ,sentimientos positivos y satisfacciones compartidas,tienen permiso de intromisión. Al igual que en la tierra se dan etapas de sequía, tormentas o incendios devastadores y al final de nuevo el renacimiento, después todo vuelve a su lugar, viene el olvido y el volver a empezar con la armonía del reinicio y con ello la calma. La vida es un fluir de eventos de toda índole, felicidad y tristeza, amor y desamor, vida y muerte, entre unos y otros los seres vivos fluctúan y emergen según la fragilidad condicionada por circunstancias favorables o adversas, esperadas e inesperadas. A veces el azar para probar a la intuición intercede y pone delante alguien erróneo, si se detecta, la autoestima e inteligencia emocional son altas y si no hay todo un aprendizaje que salvar para seguir adelante.
¡ Alerta! los errores ponen a prueba la gestión emocional y puede desembocar una fuente de sufrimiento, incomprensión e impotencia, claro, sólo quien se mueve por la emoción los otros quedan exentos y al margen.
"Cuando los otros nos obligan a disgustarnos con ello (por su insolencia, su injusticia o su falta de consideración), ejercen un poder sobre nosotros, proliferan y nos devoran el alma, porqué el disgusto es como el veneno ardiente que socava todos los sentimientos moderados, nobles y armoniosos y nos roba el sueño. Insomnes, encendemos la luz y nos disgustamos por ...nuestro disgusto, este que ha anidado en nosotros como un parásito que nos chupa y nos quita las fuerzas.
Pascal Mercier ( Tren nocturno a Lisboa)
" Si quieres que te quiera,
ha de ser con una condición
que lo tuyo mío sea
y lo mío tuyo no"
canción popular
Acababa de leer discurso o reflexión que el autor Pascal Mercier denominaba " El veneno ardiente del disgusto". Lo podía haber escrito ella misma porqué reflejaba cada una de las palabras como las vivencias que había sentido y de vez en cuando aun pululaban por su mente cansada ya de tanto divagar acerca de lo mismo. Cuando por la mañana se fue a cepillar los dientes recordó a la que estuvo deambulando por casa un tiempo atrás , ni cepillo había traído, ella le regaló un recambio para que pudiera utilizar su aparato eléctrico, desde entonces compartido, como todo lo demás que había en la vivienda, incluído el portátil donde seguiría chateando en su tiempo libre y ligando más tarde, también las cámaras de fotografiar, su gran afición preferida que la otra adquirió enseguida apropiándose de ellas, como todo lo demás. Al cabo de poco tiempo se fue un fin de semana y la individua se llevó aparato y cepillo dejándola sin...Era increible e inverosímil, si ella se hubiera marchado aunque el cepillo era suyo, ni por casualidad se le habría pasado por la cabeza llevárselo,en cuanto era algo compartido, esta actitud no estaba en sus cabales ni evidentemente la podía comprender. Cuando al cabo de un tiempo se lo sacó en una conversación, argumentó que no tenía importancia, como ella no tenía cepillo normal , por esto se lo había llevado, tan tranquila, como si fuera lo más lógico del mundo mundial. Este era un pequeño detalle entre otros tantos que irían aconteciendo a lo largo de dos años. También recordó, que su hermana le había traído por encargo de Andorra unas botellas de aceite de mosqueta, siempre se las pedía cuando ella iba por allí, porqué en su ciudad eran mucho más caras, más pequeñas y de menos calidad, su sueldo de mil eurista no le permitía todo lo hubiera querido y deseado aunqué se adaptaba a él sin problema alguno con cierta resignación soportable...pues la otra, ni tonta ni perezosa con más rostro que espalda se agenció sin permiso una de ellas y se quedó tan ancha, como siempre, como si nada. En contra posición cuando compró un tarro grande de pastillas de aceite de onagra como le pareció caro le sugirió que las pagaran con el fondo común como también lo hacía con los regalos de su madre e ídem cuando iban a comer a su casa o los productos carísimos de una cooperativa que ella apenas consumía y además que no se lo podía permitir... la otra sin verlo ni intención alguna de comprenderlo.¡ Qué narices! La primera factura, según recordaba fueron de 300 euros, tuvo que pagar la mitad, y eso después de vivir en su casa dos meses sin colaboración ni aportación ninguna, lo que había que pagar a la cooperativa parecía ser que venía de atrás de algún impago cuando aun vivía en su antiguo y no tan dulce hogar , fue la primera vez que se quedó de piedra, si le sacan sangre en aquel momento no hubiera salido ni gota .El caso es si hubiera tenido una economía menor o hubiera una muestra de equilibrio en lo compartido, no hubiera ocurrido nada, de hecho era la primera vez que le sucedía una cosa semejante. Y lo más fuerte es que la había invitado a Venecia, ( viaje con hotel y desayuno )en un principio la otra se comprometió a sufragar todos los gastos extras, pero no lo hizo, un día la invitó a comer, porqué había sido su santo, lo demás lo pagaron todo a medias. Tuvo un arranque de generosidad, de mujer enamorada, al menos se lo creía, como también creía en la teoría de la compensación y equilibrio ajustado a la proporción, con la esperanza de que las cosas fueran distintas de lo que serían en un futuro lleno de injusticias, egoismos y tacañerías, para ella incomprensibles del todo, era un defecto que no soportaba para nada, realmente ahora al pensarlo recordaba que lo pasó muy mal y tragó mucho, muchísimo, demasiado ... lo más injusto y que le irritaba tanto era la diferencia abismal que había entre sus sueldos de un 60% en los ingresos mensuales. Se instaló en casa con lo puesto y todo lo que trajo después, invadiendo el espacio , nunca podría haberse imaginado a estas alturas de la vida encontrar una persona con tantísimo morro y falta de consideración y con una tacañería hasta tal punto que parecía enfermiza. Lo mismo sucedía en todo, si hacían reservas de fin de semana, la deambulante a por lo barato y ella sin mirar el precio. Un día hizo una reserva en un pueblo del interior dormir y cena, tirada de precio, al día siguiente fueron a comer a un lugar paradisíaco, con una vista preciosísima y una comida que era todo un manjar, pagó ella y le costó un pastón que casi triplicaba lo que la otra había gastado. Lo mismo sucedía con los regalos que daban más pena que otra cosa, no lo acertó ni por casualidad, solo mantenía un cuadro de flores secas de cosecha propia, se los quiso devolver al irse y ni los quiso. Le vino a la memoria la primera salida, fueron a la playa a una cala que ella le recordaba de su infancia. Lo pasaron bien, era el principio y la primera salida. A la vuelta, llovía y pararon a un restaurante, tenía pinta de ser bastante costoso, lo hablaron se rieron y las dos comunicaron que no llevaban dinero pero si tarjetas de crédito...¿ Quien pagó?... "doña paganini"...¿Quien iba a ser si no?(no es que insistiera mucho, sencillamente no daba el paso, esperaba y desde luego no insistía para nada) ... Y esto no era más que un aviso de lo que acontecería en un futuro si la cosa seguía, aunque tenía todos los números para no continuar por otras muchas razones que tenían que ver con un egoísmo sin igual que iría redescubriendo día a día, lo mismo que en la colaboración de las tareas de casa, ella limpiaba y la otra ensuciaba por cuatro y rompía y consumía por casi lo misma cantidad. Estando de vacaciones le pedía ,por favor ,que sacara el dinero ella con su tarjeta de crédito algo que nunca entendía pero como no sabía decir "No" ¡así le iban las cosas!, después con el tiempo venían las tasas y ya nadie se acordaba. El escaqueo era su forma habitual y...¡a vivir que eran cuatro días!, sin importarle ni pensar en la gran diferencia económica...¡ Para qué!...después que un día se llevara la cámara Nikon reflex, que, con objetivo incluído se fue al traste, la rompió y ni se molestó en decírselo, le pidió disculpas, como quien dice: "mesa, silla , poste" palabras sin sentido , le daba exactamente igual, ni un sentimiento de culpa, ¡ni se inmutó!...hasta tal punto que tuvo que pagar al taller de reparación un dinero por decirle que ni cámara ni objetivo tenían arreglo ninguno y que tenía que haber recibido un golpe muy fuerte, ni tan solo esto pagó la susodicha...ni la cocina, destrozada por el agua derramada sin miramientos... ¡eran tantas y tantas cosas!... En resumen una broma que le gastó el destino por no haber hecho caso a la intuición primera a los cincuenta y tantos y que seguramente no olvidaría nunca jamás de los jamases, aunque hiciera esfuerzos de vez en cuando, la tenía ahí como el veneno ardiente de un disgusto que no se acaba de ir y que le costó carísimo, a todos los niveles: integridad, desasosiego,orgullo, material, cansancio,grietas en los dedos de tanto fregar utensilios, falta de sueño,incomprensión y muchísima rabia contra ella misma por no saber poner fin a tiempo con toda la información que tenía desde el primer día que la llevó primero a ver a su hijo, después al marido, ávida de sexo, expresado a viva voz sin importarle la incomodidad de molestar a quien fuera como si en la vida solo existiera ella , su placer y su bienestar, lo demás pura nulidad... demostrando una falta de respeto descomunal, desconsideración e insensibilidad con todos y para todos...le vino a la memoria una canción de juventud " Cuerpo sin Alma "de Ricardo Rocciante... que decía así como si alguien se la hubiera dedicado en exclusiva:
Y
ahora siéntate, en esta silla esta vez escúchame, sin interrumpirme hace
tanto tiempo que, quiero decirtelo vivir contigo, es ya inútil todo sin
alegría, sin una lágrima nada para agregar ni dividir nada que decirte, ni en el futuro en tu trampa,
tambien e caído el amante próximo, tiene mi sitio pobre diablo, que pena
me da.