En un lugar profundo y recóndito de la mente reside la paz interior que conecta con la esencia de alma; anidan la bondad, el desapego, la libertad y una felicidad interna e infinita...allí también habita un sentimiento y deseo de reencuentro con una misma donde nada ajeno que no sea intercambio buenas energías ,sentimientos positivos y satisfacciones compartidas,tienen permiso de intromisión. Al igual que en la tierra se dan etapas de sequía, tormentas o incendios devastadores y al final de nuevo el renacimiento, después todo vuelve a su lugar, viene el olvido y el volver a empezar con la armonía del reinicio y con ello la calma. La vida es un fluir de eventos de toda índole, felicidad y tristeza, amor y desamor, vida y muerte, entre unos y otros los seres vivos fluctúan y emergen según la fragilidad condicionada por circunstancias favorables o adversas, esperadas e inesperadas. A veces el azar para probar a la intuición intercede y pone delante alguien erróneo, si se detecta, la autoestima e inteligencia emocional son altas y si no hay todo un aprendizaje que salvar para seguir adelante.
¡ Alerta! los errores ponen a prueba la gestión emocional y puede desembocar una fuente de sufrimiento, incomprensión e impotencia, claro, sólo quien se mueve por la emoción los otros quedan exentos y al margen.
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