Anduvo con su bastón lila, tenía una cita con la luna y la mar. No era la única, había varias personas con trípodes y objetivos enormes, llevaba una cámara lumix compacta y para ella era más que suficiente. Se acercó detrás del hotel Vela, el sol se estaba poniendo, el cielo competía con los tonos naranjas y rojos a cual más llamativo y reluciente. La mar estaba tranquila y se visualizaban varios barcos de vela que a simple vista, apenas se apreciaba movimiento alguno, quizá también esperaban el asomo de luz rojiza allá en el horizonte . Vinieron dos chicos uno de más edad que el otro, iban en bicicleta, tenían los dos, cuerpos de adonis, musculosos y un aspecto agradable y muy atractivos. También esperaban la salida de la luna. Se abrazaron y se besaron dulce y tiernamente, como a ella le gustaba, se querían, no había más que verlo, sintió un poco de nostalgia de aquel sentimiento, ella, romántica hasta la médula, estaba sola, no triste por ello, ahora era lo que tocaba, y tenía muy claro que era mucho mejor estar bien y sola que no mal y mal acompañada . Justo al lado donde estaba sentada esperando a la luna , mirando al mar y también algunas gaviotas que volaban libres, había dibujados dos corazones de color rojo chillón ambos estaban tocándose, bien unidos, de manera que parecían dos labios besándose. Hacía tiempo que le rondaban corazones, en la playa había encontrado cada vez que iba alguna piedra en forma acorazonada y por descontado aun recordaba las dos rocas de Garraf, donde tomó su primer baño en la niñez, que formaban de forma inconfundible un gran corazón. El suyo latía solo para ella misma, necesitaba tiempo para volver a confiar...recordaba a Gabriel García Marquez en una de sus frases..." Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces".
domingo, 13 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario