Disculpas al viento

 

 

 

 

Releyendo escritos del  pasado, descubrió la inconsciencia de un presente lejano, donde una venda invisible, negaba la información certera de un abandono sin sentido de seres que tenían que ser de lo más amado, una advertencia  clave como presagio de un futuro con expectativas de inseguridad e incertidumbre y de sentimientos  sinceros dudosos. Alguien muy cercano la avisó, al igual que una venda en los ojos padecía una sordera transitoria de insensatez, no quiso escuchar...ahora con los sentidos bien despiertos al mirar atrás vio una senda que nunca más volvería a pisar, recordando con estas palabras a Machado, aunque el poeta les diera otro sentido. Cabizbaja y con el sabor amargo de un error clamado a voces, pidió disculpas al viento, sin voz, con la intención mental  de llegar a  la consciencia de quien lo sufrió, sintiéndose así cómplice de impulsos sensitivos e ilusiones banas de lo más mundano, reconoció el autoengaño que bien caro lo pagó y lo sufrió.