Ante lo efímero de todo lo que iba aconteciendo, la cuestión estaba en vivir el día a día sin olvidar los principios y valores , a vivirlos y a seguirlos ante todo y sobretodo, sin un apego de conformidad ni permisibilidad ante la ausencia de los mismos por parte ajena . La confianza no estaba reñida con el respeto, la honestidad y generosidad eran el pilar de sostenibilidad ante cualquier relación humana sana. Gravó cada palabra en cada una de sus neuronas, el corazón bombeaba con fluidez apacible, agradeciendo tal reflexión y alimentando cada célula con oxígeno de libertad y justicia.
lunes, 3 de noviembre de 2014
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