martes, 27 de mayo de 2014

A paso de hormiga



La recuperación iba a paso tan lento como el de una  hormiga y como tal muy laborioso. Los pensamientos iban y venían a veces junto a una  rabia casi irracional otras veces con resignación y otras con la fustración de lo que le hubiera gustado que hubiera poder sido y nunca fue, en plena madurez de vida y con un proyecto de futuro compartido
Solo una persona podía saber lo que sentía, respecto a la otra se podía intuir pero nunca tener la certeza y la seguridad,  aunque las apariencias hicieran creer una idea concreta, siempre podía ser errónea y más si se ivan conociendo detalles del pasado. Había muchos factores y también dependiendo de cada cual. Se daban varios tipos de actitudes: Quien se movía ante todo por el interés propio sin más, por necesidad, por sentimientos o sencillamente por emoción. Ella era emocional al cien por cien y esto le había traído muchos problemas y desengaños a lo largo de su vida. Esta vez y lo sabía de antemano se había topado con el puro instinto mezclado con  interés y un egoísmo muy acentuado a pesar que quedaba muy  claro, por lo que había dejado atrás, el corazón la traicionó y le puso una venda en los ojos, se dejó llevar por el arrebato del momento. Tuvo ciertas oportunidades de pasarlo bien que con el tiempo no compensaron.
Ahora solo le quedaba el arrepentimiento de todo lo que había dado sin apenas recibir nada, el engaño, la utilización, la falta de valoración y respeto una tomadura de pelo increíble a estas alturas, con canas y arrugas en la piel... algunas  amigas, que la querían bien, se lo habían hecho saber y ahora la apoyaban en todo, por fin hizo caso y rompió con todos los lazos que como telarañas aún permanecían. Ella sabía que una vez pasado el tiempo prudencial todo quedaría en un mal recuerdo de haber caído por inocente, no se podía ir por la vida de bondadosa dándolo todo y compartiendo lo que tenía con alguien que le doblaba en ingresos más una mitad de su sueldo, después estaba toda la parte social y de amistades  poseía un gran círculo de personas  tan cercanas como acogedoras. Siempre había gente aprovechada que tomaba sin dar y cuando más recibía menos valoraba, un día le llegó a insinuar que no era nada detallista, se quedó tan pasmada como fría, no se lo podía creer...quizá con el tiempo algún día tomaría conciencia de lo que realmente había perdido, no abundaba la gente como ella y esto lo sabía, saciar el instinto era algo circunstancial poco duradero a no ser que toparan dos personas con la misma tendencia, entonces podía durar lo que fuera con la superficialidad que comportaba la satisfacción física, sin implicación emocional.
El objetivo más cercano era olvido, aunque era harto difícil...como decía aquel refrán, " No había ningún mal que cien años durara".

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