AÑORANZA

Sentía un sentimiento profundo e intenso de añoranza, nada tenía que ver con ninguna experiencia vivida, ni persona conocida. Era la utopía de una amor romántico por encima de lo mundano ( se consideraba enamorada del amor). Un sentimiento incondicional e irracional de valor único representado en el extremo más femenino  entendido en esta sociedad, la esencia de la ternura en si misma . La definición más aproximada sería un sentimiento maternal por incondicional . Quizás según los poetas renacentistas  un amor idealizado o platónico por inexistente, sin egoísmos nocivos  . El dar por el placer de dar, el compartir por el placer de compartir el mismo nivel elevado de sensibilidad, consideración y respeto con lo que estas palabras básicas en una buena relación implicaban. La fuente principal, una generosidad sin mesuras a todos niveles. Pero nunca se debería de pedir aquello que no se puede dar y más si formara parte  de una intimidad , un espacio único e intransferible e infranqueable que toda persona debe de tener para si misma, para protegerse .Hoy por hoy nadie había cumplido, ni había sentido que se realizaran sus expectativas . Cuando alguien entraba en su vida emocional, ella se entregaba al cien por cien, compartiendo todo ( lo material y lo  inmaterial)  abriendo todas las puertas, las de su casa, las de su cuerpo y de su corazón y de su alma, con toda la ternura y acogimiento de todo su ser  al igual que sus pertenencias.Cuando pasaba el tiempo se daba cuenta que según su entrega no se daba un intercambio equitativo, y así través del paso de los años le había ido sucediendo.  La única alternativa como  respuesta que le  quedaba era una soledad tranquila (a parte de la ternura de un buen contacto, ya no precisaba otra cosa )y olvidarse de encontrar lo imposible,  aquello que cada vez tenía claro que no existía, fuera de ella misma, una añoranza muy, muy profunda que la hacía sentir incomprendida y a veces de otra galaxia tan lejana como su deseo del amor,tal y como ella lo entendía, ante un compromiso cedía e implicaba como la que más por cuestión de ética personal según sus creencias propias donde la fidelidad y exclusividad eran incuestionables.