miércoles, 2 de abril de 2014

Pesadilla nocturna

                                                      



Algo había dentro de su mente que fallaba. Un sueño muy extraño en la noche anterior donde aparecían,  la muerte, el miedo y el abandono,   interpretaba que lo que creía superado, no lo estaba. La pesadilla nocturna hizo que se despertara con mucha inquietud,  ansiedad y  con una taquicardia de larga duración .Sabía que tenía que meditar para salir de este estado de estrés nada favorable para su salud, justo lo único de verdad importante en estos momentos. Había aborrecido hasta la saciedad cuatro cosas; primero tener a alguien en casa sin haber pedido antes  credenciales acerca de las normas básicas de convivencia y los requisitos mínimos a tener en cuenta para un compromiso serio. Segundo, las páginas de contactos de Internet;  tercero, respecto a una intimidad, un bloqueo importante por saturación y cuarto el sonido de aviso de mensaje de  móvil pasada la media noche, le parecía un intrusismo de alguien extraño de muy mal gusto. Al principio,  pensó que el apartado de contactos de una página concreta de Internet podría ser una manera como otra de comunicarse, ahora después del tiempo y de la aparente suferficialidad que había comprobado, se había dado de baja, conocía a alguien que había enviado más de diez mensajes a la vez para ver si ligaba y darse una alegría al cuerpo serrano ya que   sin ella, la alegría corporal,  se encontraba en un sinvivir enfermizo. Justo por este motivo ya no le merecían ninguna confianza ni la persona ni la página. Hacía unos años cuando cuidaba a su padre enfermo y no podía salir de casa, le fue muy bien entrar en algún chat y conocer a gente. Claro que lo hacía con una selección muy refinada, buscaba  gente educada y ante todo respetuosa, que escribiera bien  que fuera coherente , inteligente e intelectual, la vulgar, sexual y ordinaria la bloqueaba y la  eliminaba por el gran rechazo que sentía hacia vulgaridad y la ordinariez. Había conocido mucha gente  interesante de lugares diversos y había hecho buenas amistades que  aun y después de años perduraban con el tiempo. Algún radar captador de emociones  funcionaba por ahí que estos últimos días la habían llamado y mandado mensajes, justo cuando estaba viviendo un momento delicado de mucha tristeza, ahí estaban las buenas amigas dándole apoyo e invitándola que fuera a visitarlas. Si analizaba bien la situación, con la ruptura  había salido favorecida de todas todas, por esto estaba preocupada y pensaba que algo fallaba. Ahora tenía libertad, descanso y le sobraba tiempo, justo el que perdía siempre esperando, con el estrés que esto comportaba. Había recuperado el orden y el silencio sobretodo por la noche, que ella tanto valoraba, también la economía, ahora seguía el nivel que le pertenecía de mil eurista...Seguro que el problema estaba el la auto estima y el amor propio de saberse suplida como cualquier objeto canjeable, o como el que cambia un cromo por otro diferente y más nuevo. Aunque no era su caso, sabía que algunas mujeres maltratadas y poco valoradas   una vez separadas hubieran vuelto con su ex-pareja por sentirse perdidas y solas, o por padecer un síndrome de ausencia. Tenía que averiguar si tanto desasosiego era normal después de lo que mal que lo había pasado estos últimos largos meses, de falta de sueño, fatiga, disgustos y ante todo  una desconfianza y decepción tan profundas como incomprensibles, para ella que se había implicado hasta la médula, como solía hacerlo en cada relación emocional vivida.  Procuraba distraerse en aquello que le gustaba, iba al cine muy a menudo,a ver exposiciones, a leer y escribir, a nadar todos  los días y los fines de semana con las amigas que eran su sustento vital de apoyo y compañía, el gran tesoro más valioso que poseía. Los sueños siempre aportaban cierta información solo había que indagar su significado simbólico, hacía unos seis meses que había tenido otro muy macabro y escabroso y más o menos coincidían en origen cuando tomó consciencia del comienzo de lo que realmente sería el principio del fin.




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