viernes, 4 de abril de 2014

Barcelona

 Decidió pasar el día en la ciudad, después del chaparrón que la había pillado de pleno el día anterior al salir del hospital, lo tenía decidido. Al día siguiente amaneció con viento y sol y tal como lo había pensado , cogió la bici y se dirigió a la mar. Estaba preciosa, grandes y altas olas chispeaban burbujas  al viento y pincelaban de blanco el azul oscuro del agua. Estuvo paseando a paso lento todo el día, no tenía ninguna prisa solo vivir lo que iba observando, gente en movimiento, sola o acompañada, corriendo, en bicicleta, patines o patinete, hablando, tomando el sol o  acompañadas de algún que otro  perro. Hacia el atardecer se acercó a la Plaza de las Glories, ahora con un espacio enorme, con edificios nuevos y modernos, había una gran gentío, tanto ciudadanos como turistas. Se le acercó  una mujer de rasgos orientales y le dijo al oído en un susurro de dulce voz..." Canta este mantra y verás como el suelo se pinta de luz y de color". Le enseñó varios mantras con diferentes sonidos y sorprendentemente el suelo se iba pintando de luces de diferentes colores, era impresionante y la gente sorprendida y feliz emitía  largos sonidos  acompasados. El color violeta, le dijo, te traerá la feminidad y reencontrarás las ternura, la delicadeza y la dulzura.Con el color rosa vendrá el amor, no importa la forma, hay muchas maneras de amar, tantas como corazones abiertos a la vida y a emociones nuevas . El color verde es el de la sanación y el de la esperanza. El azul de  mar y cielo, el de la libertad,  y el rojo ..." Ves la luna  que esta creciendo, cuando esté llena esta tristeza que surge de tu  extrema sensibilidad femenina se irá fundiendo, no sufras por ella, es una emoción y como persona humana la debes dejar de fluir como el agua, no la reprimas, un día se irá cuando pase el tiempo .Entonces la soledad abrirá la puerta a la tristeza y la despedirá con todo  cariño que merece y al poco tiempo entrará la libertad sonriente y bien ligera de equipaje". Le guiñó un ojo y con una sonrisa ancha se despidió.















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