El gato se acerca, maulla, lo levanta, lo acuna y masajea suavemente su herida reciente. Ella no tiene quien la levante, la acune y le bese su herida, está demasiado profunda allá donde no llegan los besos, aunque estuvieran presentes. Sabe que los últimos labios que la besaron andan muy lejanos, sonriendo bocas nuevas, deleitándose en placeres de amigas recientes que ignoran que tras la búsqueda del deseo se esconde un remolino de gozo infinito difícil de saciar, ella apenas lo consiguió . Ahora, el gato esta detrás, lomo con espalda, siente su calor de ser vivo,decidió y pagó por su vida de felino amigo.
Vida, levantarse todos los días con sueños rotos, de pérdidas recientes, ella asume que unos pierden y otros ganan, a veces la vida es como una ruleta, quien se arriesga y juega tiene una oportunidad. Un día ella la tuvo y la muy ilusa creyó que se llevó un gran premio, ganó desde luego, y a la vez otros perdieron y sintieron exactamente lo mismo que sentía ella ahora, ante una impotencia de vacío de alguien que hace ver que está en presencia pero muy lejana en la emoción.
El gato ronronea, pide caricias, lo besa, lo acuna y piensa que en otras manos hoy posiblemente ya no existiría, así es la vida, hoy ganas y mañana pierdes. Hay corazones que sienten y otros solo laten para satisfacer los sentidos, algunos insaciables, quizá hasta que la muerte los separe.
El gato ronronea, pide caricias, lo besa, lo acuna y piensa que en otras manos hoy posiblemente ya no existiría, así es la vida, hoy ganas y mañana pierdes. Hay corazones que sienten y otros solo laten para satisfacer los sentidos, algunos insaciables, quizá hasta que la muerte los separe.
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