Acababa de llegar a su dulce hogar después de trabajar los tres días de fiesta, esto significaba madrugar una hora más de lo habitual. Había comido algo frugal en el trabajo. Al llegar a casa, lo encontró todo en orden, como a ella le gustaba encontrarlo. Había pasado por la pastelería y había comprado algo que le apetecía y una vez en casa añadió yogurt con cúrcuma y gengibre rayado, se preparó un orujo de hierbas y repitió. Recordaba tiempo atrás cuando llegaba a casa después de trabajar un día festivo, todo por el medio, la cocina llena de utensilios sucios, la comida por preparar... y todo porqué había dedicado la mañana parecía ser a su adicción preferida, la podía ver e intuir sin estar allí, como en la película que había visto " Amor sin control" en el personaje del joven doctor que se queda sin trabajo porqué vive en una excitación permanente... y a última hora se le había caído el tiempo encima ( ocho horas) y tan ancha decía: "tranquila, descansa y espera". ¡ como si fuera tan fácil!... Se ponía de los nervios, callaba pero por dentro iba la procesión, estaba enfadadísima, una vez en la mesa y con la comida preparada, salía de su rabia e incomodidad y le daba las gracias, en aquel momento lo sentía así . Ella lo hubiera tenido todo preparado y en orden, solo para satisfacerla y además porqué un día le vino con lo puesto y le dijo...¿ Puedo quedarme?...y se quedó hasta que al cabo de un tiempo Internet le ofreció algo mejor y diferente para volver a empezar una pasión nueva con sexo intensivo, de eso se trataba, lo demás era monotonía y la aburría ¡ Con lo fácil que era! ... Ahora era la hora de la siesta y reposar, necesitaba descansar, sus gatitos eran silenciosos y ahora el silencio era un ritual que agradecía más que nada en estos momentos de soledad junto al orden , equilibrio y el descanso, con sus altos y bajos y sus pensamientos a veces positivos y a veces negativos, así era la vida de una persona sola, no solitaria, que se regía por las emociónes, si en vez de ello lo hubiera hecho por el instinto no pensaría y actuaría buscando la autocomplacencia para evadirse de todo lo demás y ¡ Qué puñetas! a otra cosa mariposa...La vida eran cuatro días y a vivir...¡tanta tontería la ponía de mal humor!...la pena es que ella lo había aborrecido y era incapaz, solo de pensarlo sentía repulsión y asco, supuestamente si no hubiera sido una mujer selectiva en sentido estricto y sexualmente moderada ,hubiera corrido la misma suerte novedosa de variar según la intensidad que aporta lo nuevo cuando solo existe una superficialidad placentera, insaciable y adictiva...¿ Cuanto duraría?...estaba por ver.
lunes, 9 de junio de 2014
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