En aquel mismo momento tuvo un mar de dudas, ya no sabía lo que realmente había sentido, si es que había elegido o sencillamente si había actuado por la propia inercia que propiciaba la intriga de lo desconocido y opuesto en un momento de ceguera transitoria. Navegaba en la incertidumbre de lo que realmente movía y motivaba un primer encuentro de una persona practicamente desconocida, si hubiera la posibilidad de una vuelta atrás no lo haría de todas de todas, se había equivocado como nunca y lo asumía así como no haber puesto los puntos sobre las ies y aclarar todo desde el primer día . En todas las experiencias antiguas había actuado según los sentidos; primero la atracción del conjunto, donde entraba la física, el estilo, el pensamiento, actitud, el intelecto y las aficiones más o menos intuidas dentro de un círculo concreto, siempre y pensando en una madurez plena. Después venían las ganas de repetir y de descubrir a ese alguien que ocupaba todo el tiempo con el estímulo de un sinvivir por un próximo reencuentro, sería la fase previa a el enamoramiento. Nada de esto se había dado, una cita tan extraña como absurda como si alguien ajeno hubiera ocupado su cuerpo y mente durante aquellos días de ofuscación mental. Cuando más lo pensaba más extraña y rara se sentía y no entendía nada de nada... Sólo habían flashes de algunas vivencias que tenían cierta lógica siempre lejos del lugar de convivencia...¿sería este el motivo simplemente?. De hecho entre neblinas recordaba buenos momentos puntuales siempre en movimiento fuera y de la casa. De pronto y una vez a través de una distancia previamente anunciada , un estado hipnótico de malas costumbres y hábitos la llevó finalmente a un proceso de desintoxicación por actitudes totalmente desconocidas de las que se avergonzaba y al mismo tiempo no se reconocía...A la vez que se iba recuperando iba buscando todo lo que había perdido en su desorientación simbiótica. Era muy importante volver a su estado emocional y económico anterior una vez rehabilitada por esta confusión involuntaria que realmente la había sacado de sus casillas y de su estado mental sereno y equilibrado del que solía presumir ante sus amistades ...Quizás esta era la prueba que le había enviado el destino o azar, que la firmeza y el equilibrio podían tambalearse ante la intrusión de alguien ajeno que más que nada deambulaba buscando un sexo placentero intensivo, colándose en en la vida de alguien como lo pudiera hacer un mosquito ávido de sangre para sobrevivir, entrando a una ventana cualquiera de algún que otro lugar, tanto daba, lo importante era saciar su instinto más primario y ahora no tenía la menor duda que era adictivo, sin que le preocura en absoluto de que lo fuera.
jueves, 19 de junio de 2014
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