El viernes había sido el primer día que salía a la calle después de la intervención de rodilla, llevaba muletas e iba acompañada por la amiga de turno que la cuidaba, se iban turnando. Iban muy despacio, hacia calor, una tarde soleada con una brisa muy agradable, le encantó sentir el aire en su cara y ver la claridad del día a pesar de la hora tardía, en las cercanías de San Juan, donde los días eran más largos y las noches más cortas . Se dirigían a la biblioteca, a dejar CDs, películas y libros, para intercambiar por otros diferentes. Tenían un gusto similar y les encantaba leer, la música clásica, ver cine en casa y guardar momentos de silencio, ambas detestaban el ruido y amaban la quietud que a veces compartían en espacios diferentes de la casa. En la biblioteca del barrio, una casa modernista adaptada, se encontró a un padre y un hijo, este último con síndrome de Down que curiosamente se cruzaban todos los días a primera hora de la mañana cuando iban a trabajar. El padre la miró y le regaló una sonrisa y una mirada cómplice, ella se dirigió a él y le expuso lo sabido, que cada día se cruzaban a las misma hora, a él le gustó y se interesó por su salud y pronta recuperación, le hizo saber que su esposa la habían operado de lo mismo y se había recuperado bien en unos tres meses. El chico iba buscando películas concentrado en su tarea personal y no se percataba de la convesación que parecía o daba la sensación de no interesarle. Al llegar a casa se acomodó en el sofá con la pierna operada en alto, se le había hecho una gran hematoma y debía reposar en esta posición, una pequeña complicación de importancia leve, durante el día había recibido llamadas telefónicas de compañeras del trabajo y de amigas, al mediodía había recibido la visita de su gran y mejor amigo de la infancia y habían comido juntos. Al llegar a casa después de la biblioteca vieron una gran película que se les había pasado por alto: "Tetro"de Francis Ford Coppola ( 2009). Una historia psicológica familiar rodada en blanco y negro toda una obra del séptimo arte, muy bien interpretada, una fotografía excelente y un argumento de lo más original que te tenía en vilo hasta el final. Recordaba los setenta cuando hacían este tipo de cine en el barrio ( cine forum) los viernes por la noches y después comentaban la película con un ambiente intelectual con el que se sentía muy cómoda y le encantaba esta gente con inquietudes y curiosidades por lo alternativo y con cierto dominio tanto comunicativo como de comprensión donde se aprendía al escuchar otras opiniones con otras perspectivas y detalles desapercibidos, los que solían participar tenían mucha facilidad de palabra al igual que conocimientos y una buena preparación. Se lo estaba tomando con mucha tranquilidad, lo del reposo, en casa se estaba de maravilla, a los gatos se les notaba satisfechos de tener compañía todo el día, cosa que no era nada habitual en las jornadas rutinarias de trabajo el resto del año. Una jornada feliz en buena compañía por las aficiones y un sentir común, rodeado de tranquilidad y mucha paz, justo lo que necesitaba en estos momentos de recuperación tanto física como psíquica, las emociones se iban equilibrando al igual que el estado anímico.
viernes, 20 de junio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario