Lo primero que hizo cuando amaneció fue ir a ver el vaso depositado fuera en la ventana para ver que forma había tomado el huevo dentro del agua. Lo había conseguido, se veía de forma abstracta un velero con dos velas parecía como de cristal, había que poner imaginación y mirar la clara, no había dudas. Las otras veces que lo había hecho recordaba que solo lo había conseguido una persona la primera vez y no había sido ella, la segunda, cuando lo hizo con su madre solo lo logró su hermano y ahora le había tocado a ella, el deseo estaba por cumplir y lo más importante es que venía una etapa de espera y a la vez de olvido, en ello estaba. La noche mágica por excelencia de Sant Juan se caracterizaba por la limpieza de todo lo negativo a través del fuego y con pensamientos de depuración. Ahora solo cabía esperar y poner toda la energía en algo muy bueno que le tenía que ocurrir... ¡Por fin!... La esperanza, la ilusión y los sueños no debían perderse nunca y había que buscar la manera y el camino adecuado para no desviarse de ellos, siempre había una energía vibratoria que giraba entorno a su dirección, así que la intuición tenía que andar bien despierta y nunca ir en su contra como le había ocurrido a ella tiempo atrás, la lección estaba aprendida. Ahora, sabía que solo cabía esperar sin prisas y con mucha atención no podía suceder otro error, le iba la vida, el sufrimiento y ya no se lo podía permitir...
martes, 24 de junio de 2014
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