La noche mágica de San Juan de este año la celebró sola , se le hacía bastante extraño, era una noche muy especial para ella y no recordaba haber estado en una situación similar en otras ocasiones según su memoria. Tenía un montón de buenos recuerdos desde la niñez pasando por la adolescencia y la juventud con grandes fiestas de celebración, fuegos artificiales, bailes y jornadas hasta la madrugada con cava y comilonas con sus amistades, recordaba el ritual, fiesta y verbena que montó para su madre la que sería la última de sus verbenas que sin tener conciencia de ello, curiosamente la quiso celebrar. Había un eclipse de luna llena y decían que la energía era más especial y sanadora que nunca. La celebraron en el terrado y anduvieron descalzas para sanar sus dolores y molestias. Le puso las manos allá donde le dolía y lanzó al universo el deseo de sanación. Hicieron un pequeño fuego en un bol y quemaron aquello que creían negativo. Hicieron también el ritual chámanico con un huevo. Había que cogerlo y tenerlo un rato en contacto con el cuerpo para que cogiera la energía propia, después se rompía con cuidado y se ponía en una vaso con agua dejándolo toda la noche en el exterior. Antes había que pedir un deseo, si el huevo a la mañana siguiente tomaba la forma de un barco el deseo se cumplía. Hoy en honor a su madre y a ella misma también hizo su ritual y quemó tomillo en un bol y pensó en todo aquello negativo que tenía que dejar, cogió un huevo y repitió el ritual chámanico y recordó a su madre sonriendo feliz aquella última noche mágica compartida. También pensó en positivo, visualizó el amor junto a la generosidad,en compartir, en la equidad, en la ternura, en la honestidad, el respeto, el apoyo, la compañía, en la amistad sincera y cercana, y en un deseo que guardó para ella misma, para que así se cumpliera y por lo tanto no había que decirlo ni escribirlo. Desde la ventana se oía el zumbido de cohetes lejanos, hoy era día de celebración y el hecho de estar sola no se privó de celebrar su propia fiesta, se lo merecía y no se quedó con las ganas.
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